Un Volcán en Casa
experiencia #4

Para el bolsillo del caballero o la cartera de la dama, tener un volcán portátil es más fácil de lo que parece.

Y, además, podés hacerlo entrar en erupción cuando se te ocurra. ¿Qué esperás para empezar?

Cómo hacerlo
Colocá la arcilla alrededor del tubo de cartón, formando una montaña.
Tené cuidado de no tapar ninguna de las dos aberturas.
Dejala secar sobre el plato de plástico.
Una vez que esté seca, colocá dentro del tubo (hasta la mitad) el bicarbonato de sodio.
En un vaso, mezclá el vinagre con la témpera (puede ser roja, como la lava, o podés inventar lava de cualquier color).
¿Listo? Echá ahora el vinagre coloreado dentro del tubo y observá qué sucede.



Para que tu volcán vuelva a entrar en erupción sólo es cuestión de empezar de nuevo: llená el tubo con bicarbonato, echale el vinagre, y ¡catapúm!
Para que parezca más real podés decorar el volcán pegándole piedritas, pintándolo, o agregándole lo que quieras.




Material necesario
Arcilla que no necesite horno (crealina)
Un tubo de
cartón (como los
que vienen adentro del
papel higiénico)

Un platito de plástico
Bicarbonato de sodio (se compra en la farmacia)
Vinagre
Témpera
Piedras o pintura para decorar el volcán