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Las Sequías



La palabra sequía proviene del latín SICCUS, que significa “un estado físico de cualquier objeto que carece de humedad”.
Una de las mayores sequías fue la que azotó a África en 1973, duró 20 años, y provocó en este continente una constante hambruna, enfermedades y la muerte de millones de personas.
El período más largo de una sequía se registró en el desierto de Atacama, en Chile, con una duración de 400 años

Tenemos cuatro tipos básicos de sequía:
Sequía permanente,
donde es imposible practicar la agricultura sin riego continuo, como es el caso de Israel y otros países.
Sequía estacional, la que ocurre en áreas con estaciones lluviosas y secas bien definidas. En estas áreas los cultivos agrícolas se planifican con cada estación.
Sequía impredecible, caracterizada por un cambio inesperado en el ciclo de las lluvias. Estas sequías pueden afectar prácticamente grandes áreas, pero normalmente pueden causar numerosos daños en pequeñas zonas.
Sequía invisible, que suele ocurrir en áreas con elevadas temperaturas, las cuales provocan niveles altos de evaporación y con ello una marcada escasez de agua. Aquí, como suele ocurrir en otros tipos de sequías, ni los altos niveles de lluvia compensan la pérdida del agua evaporada.