La campaña de 2016 busca crear un nuevo grado de sensibilización en torno a las acciones a emprender para reducir la mortalidad en todo el mundo. La UNISDR desea que usted aproveche la oportunidad que representa el 13 de octubre para que le diga al mundo lo que está haciendo para aplicar el Marco de Sendai, a fin de reducir la mortalidad y mejorar los resultados de salud relativos a los desastres.
¡Visite la página de Internet del DIRD 2016!
El Día Internacional para la Reducción de Desastres (DIRD) exhorta a todos los ciudadanos y los gobiernos a formar parte de los esfuerzos para establecer comunidades y naciones más resilientes.
El Día Internacional para la Reducción de Desastres inició en 1989 con su aprobación por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la cual considera que el DIRD es una forma de promover una cultura global para la reducción de desastres. Esto incluye aspectos de prevención, mitigación y preparación en caso de desastres. Originalmente, este día se celebró el segundo miércoles de octubre (Resolución 44/236 del 22 de diciembre de 1989), pero posteriormente la Asamblea General de la ONU decidió designar el 13 de octubre de cada año como la fecha para celebrarlo (Resolución 64/200 del 21 de diciembre del 2009).
2015: Conocimiento para la Vida
Bajo el eslogan de la campaña "Conocimiento para la Vida" estamos buscando que los gobiernos, las autoridades locales y las organizaciones de la sociedad civil envíen nominaciones de comunidades que deban declararse Campeonas de la Reducción del Riesgo de Desastres por los esfuerzos realizados.
2014: Las personas mayores y los desastres
Este año, el Día Internacional para la Reducción de Desastres (a celebrarse el 13 de octubre) se centrará en las personas mayores, incluidas sus necesidades y contribuciones para planificar y comprender mejor el riesgo de desastres en sus comunidades.
2013: Viviendo con discapacidades y desastres
Las personas que viven con discapacidades se encuentran entre los grupos más excluidos de la sociedad y su difícil situación empeora cuando surge un desastre. La mayoría de las veces, también se pasan por alto sus contribuciones singulares para ayudar a que las comunidades se preparen y respondan ante un desastre.
2012: Mujeres y niñas: La fuerza [in]visible de la resiliencia
Las mujeres y las niñas son poderosas agentes de cambio, y tienen destrezas y conocimientos singulares que son cruciales al momento de abordar o gestionar el riesgo de desastres. Ellas deben participar en la reducción de la pobreza, la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres, todo lo cual moldeará su futuro y el de sus familias y comunidades.
2011: Establecimiento de alianzas con los jóvenes y los niños para la reducción del riesgo de desastres
Descritos en reiteradas ocasiones como víctimas de los desastres y del cambio climático, se puede y se debe instar a los niños y a los jóvenes a participar en la reducción del riesgo de desastres y en la toma de decisiones.
2010: ¡Mi ciudad se está preparando!
La UNISDR está haciendo un llamado para que todos sus socios de trabajo y contrapartes desempeñen un papel más activo en la protección de las ciudades contra terremotos. Los sismos en Haití, Chile y Nueva Zelanda; las inundaciones y fuertes lluvias en Paquistán, Europa Oriental y Mozambique; los incendios forestales en Rusia; y las erupciones volcánicas en Indonesia e Islandia — las ciudades nunca se habían expuesto a tanto riesgo.
2009: Hospitales seguros frente a los desastres
Más allá de su importancia práctica, los hospitales y los planteles de salud tienen un valor singular como símbolos del bienestar público. Es esencial lograr que éstos sean seguros. La UNISDR, la OMS y el Banco Mundial conmemoraron el Día Internacional del 2009 al destacar la campaña dirigida a lograr que los hospitales sean seguros frente a los desastres.
2008: La reducción de riesgos de desastres es un asunto de todos
Se instó a los gobiernos, la sociedad civil, las instituciones financieras y al sector privado a que aceleren la ejecución del Marco de Acción de Hyogo. La reducción del riesgo de desastres es un asunto de todos. Sólo al invertir en medidas tangibles para la reducción del riesgo podemos reducir la vulnerabilidad y proteger nuestro desarrollo.
2007: Un reto para las autoridades educativas del mundo
De lo que trata la reducción del riesgo de desastres es del establecimiento de códigos de construcción más fuertes, de una planificación sensata del uso de los suelos, de mejores sistemas de alerta temprana, de una adecuada gestión ambiental y de planes de evacuación y, sobre todo, de la educación. De lo que se trata es de lograr que las comunidades y las personas estén conscientes del riesgo de las amenazas naturales, al igual que de la forma en que pueden reducir su vulnerabilidad.
2006: La reducción de desastres comienza en la escuela
De lo que trata la reducción del riesgo de desastres es del establecimiento de códigos de construcción más fuertes, de una planificación sensata del uso de los suelos, de mejores sistemas de alerta temprana, de una adecuada gestión ambiental y de planes de evacuación y, sobre todo, de la educación. De lo que se trata es de lograr que las comunidades y las personas estén conscientes del riesgo de las amenazas naturales, al igual que de la forma en que pueden reducir su vulnerabilidad.
2005: Las microfinanzas y la reducción del riesgo de desastres
El tsunami del Océano Índico, que se produjo en el 2004, y más recientemente el Huracán Katrina en los Estados Unidos y el terremoto en Paquistán e India, demostraron que por lo general los pobres sufren más cuando surge un desastre. El microcrédito es una útil herramienta para la reducción de la pobreza, pero se debe explorar aún más su potencial para reducir el impacto de los desastres.
2004: Aprendiendo de los desastres de hoy para las amenazas de mañana
Después de un desastre, las autoridades gubernamentales, las empresas y los negocios, los grupos comunitarios y las personas deben preguntarse si se tomaron todas las acciones adecuadas para salvar vidas, bienes y propiedades. Todos debemos trabajar juntos para mejorar la cadena de información y la toma de decisiones, a fin de que las comunidades estén mejor preparadas en el caso de que surja nuevamente una amenaza.
2003: Vivir con el riesgo: Reorientando la corriente de los desastres hacia el desarrollo sostenible
En el Año Internacional del Agua Dulce, este tema nos recuerda que la tarea que hay que llevar a cabo no sólo es preservar los recursos hídricos para poder sustentar la vida, sino también reducir la capacidad del agua de cobrar vidas. Actualmente, más del 90 por ciento de todos los desastres que suceden en el mundo se relacionan con el agua.
2002: Hacia el desarrollo sostenible de las montañas
Si bien ninguna comunidad es inmune a la amenaza de los desastres naturales, las comunidades en regiones montañosas son especialmente vulnerables. Una planificación deficiente del uso de los suelos, una gestión ambiental inadecuada, la falta de mecanismos reglamentarios y otras actividades humanas aumentan el riesgo de que se produzca un desastre y empeoran sus efectos cuando éstos ocurren.
2001: Menos vulnerabilidad, menos desastres
La vulnerabilidad está en aumento. Si bien ningún país está a salvo por completo, los países pobres carecen especialmente de las capacidades para enfrentar, prevenir y prepararse ante un desastre. Las poblaciones urbanas en los países en desarrollo han alcanzado una cifra de más de 1,300 millones de habitantes y muchas personas se ven obligadas a vivir en zonas propensas a desastres, tales como llanuras aluviales y tierras deforestadas.
2000: Reducción de desastres, educación y juventud
Como líderes del mañana, es importante que las futuras generaciones aprendan acerca de los aspectos a largo plazo de la protección ambiental. También se les debe ofrecer la educación temprana necesaria para que entiendan de mejor forma tanto las amenazas naturales como la forma de prevenir sus desastrosos efectos en las sociedades.