La educación es el camino a seguir para Guayaquil (Ecuador)
Por Patrick Fuller
Se sabe que la frecuencia e intensidad de las amenazas naturales, y en particular de los eventos relacionados con el clima, están siendo impulsados por el cambio climático. Los impactos del calentamiento global y el aumento del nivel del mar se sienten cada vez más en países con franjas costeras bajas. Guayaquil, la ciudad más grande de Ecuador, está adoptando medidas de adaptación y mitigación ante estas amenazas.
En 2013, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas clasificó a Guayaquil entre las 10 ciudades con mayor riesgo de aumento del nivel del mar, estimado entre 20 y 80 cm en el peor de los casos para el año 2050.
Juan Ramírez es director de Gestión de Riesgos y Cooperación del Municipio de Guayaquil. Tiene por delante la abrumadora tarea de mantener la ciudad a salvo de diversos amenazas naturales y provocados por el hombre. Guayaquil se encuentra cerca de la costa del Pacífico, rodeada por dos importantes ríos, el Guayos y el Salado.
"La amenaza más frecuente a la que nos enfrentamos son las lluvias estacionales entre enero y mayo", explica Ramírez. La mayor parte de la ciudad es plana, apenas 3 metros sobre el nivel del mar. Cuando coinciden mareas altas y fuertes lluvias estacionales, algunas partes de la ciudad sufren graves inundaciones ya que el agua no tiene a dónde ir."
Los terremotos representan también una amenaza constante para la ciudad. Guayaquil se encuentra a apenas 200 kilómetros del Cinturón de Fuego del Pacífico, un área con tendencia a una intensa actividad sísmica. En 2016, Ecuador fue sacudido por un terremoto de magnitud 7,8 que afectó a 2,6 millones de personas. En Guayaquil, más de 250 edificios sufrieron daños y el suministro eléctrico y de agua a la ciudad quedaron interrumpidos.
Ramírez ha sido un gran impulsor del Plan de Reducción del Riesgo de Desastres (DRR) de Guayaquil, desarrollado con el apoyo técnico de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) en el marco de un proyecto financiado por la Comisión Europea llamado "Desarrollando Ciudades Sostenibles y Resilientes: Implementando el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 a nivel local".
Domenica Tabacchi, vicealcalde de Guayaquil, ha sido una firme defensora del proyecto desde su inicio. "Las autoridades municipales nunca habrían podido lograr esto por sí solas. Ahora contamos con la participación de 50 representantes del sector público y privado, lo cual nos permite ahorrar mucho tiempo y recursos."
La elaboración del plan trajo consigo una clasificación de los niveles de resiliencia ante desastres de las ciudades utilizando el cuadro de puntuación (scorecard) de la resiliencia para las ciudades, una herramienta desarrollada por UNDRR. A partir de este ejercicio surgieron una serie de prioridades, incluida la necesidad de desarrollar la resiliencia ante desastres a nivel comunitario, así como fortalecer la capacidad de las instituciones públicas en RRD y establecer sistemas más efectivos de apoyo a los esfuerzos de respuesta ante desastres.
"Se nos ocurrieron 84 acciones a corto, mediano y largo plazo para nuestro plan de RRD", explica Ramírez. "Ya estamos viendo cambios. El Comité de Gestión de Riesgos, que está compuesto por organizaciones públicas y privadas, solía reunirse quizás dos veces al año. Ahora nos reunimos una o dos veces al mes para discutir la planificación de la contingencia en caso de desastres y para discutir los niveles de progreso que estamos haciendo con respecto al plan de RRD."
Gracias al plan, también hubo avances significativos en la recopilación y análisis de datos que ayudaron a mejorar la toma de decisiones en el Comité de Operaciones de Emergencia de Guayaquil. Hasta 2018, había que recurrir a un pluviómetro digital controlado por el Instituto de Meteorología e Hidrología para medir la lluvia. Ahora, se ha creado una red que centraliza los datos de 25 estaciones de medición en toda la ciudad. Algunos están administrados por la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (EMAPAG), la autoridad municipal de agua y saneamiento, y otros por diferentes cantones municipales.
Federic Certain es el director general de Interagua, una empresa privada contratada por EMAPAG para administrar el agua potable, las aguas residuales y las aguas pluviales de la ciudad.
"Conectar todos los registradores de datos de lluvia es un paso importante, pero aún más importante es la forma en que se usa y comparte esta información. Ahora tenemos información en tiempo real que muestra cuántos milímetros de lluvia caen por segundo. Esto le confiere legitimidad al proceso de intercambio de información y permite que los servicios de emergencia planifiquen, implementen y prioricen sus acciones de respuesta ante emergencias."
Los datos sobre los niveles de precipitación se combinan con imágenes de cámaras de CCTV ubicadas por todo Guayaquil, lo que permite a Interagua desplegar camiones de emergencia para limpiar los desagües bloqueados en caso de inundación y a la brigada de bomberos desplegar equipos de búsqueda y rescate.
En el marco del nuevo plan de acción de RRD se han tomado también otras medidas para mejorar los niveles de preparación ante desastres. Guayaquil carecía de equipos funcionales para monitorear la actividad sismica ya que los sistemas de la ciudad, que eran administrados por el Gobierno central, habían quedado obsoletos. Actualmente existe un acuerdo por el cual la Municipalidad comprará seis acelerógrafos para el Instituto Geofísico del país. Estos estarán estratégicamente ubicados por toda la ciudad para monitorear la actividad sísmica.
La Municipalidad también ha elaborado un plan de contingencia junto con la autoridad de tránsito de Guayaquil para mejorar el flujo de tráfico en la ciudad y evitar el caos cuando desastres como inundaciones o terremotos interrumpen las redes de transporte público.
"Queremos fortalecer la capacidad de las instituciones públicas en RRD. Esto significa mejorar las ordenanzas municipales, desarrollar las capacidades y la experiencia de nuestro personal y crear protocolos para que sepan cómo actuar antes, durante y después de los desastres", explica Ramírez.
En la actualidad, se realizan ejercicios de simulación de desastres en toda la ciudad dos veces al año. En la simulación más reciente, de 2019, participaron 500 000 personas de 287 instituciones, incluidos funcionarios municipales, servicios de emergencia y la población general.
El mayor Reynaldo Carbo, jefe de la Academia de Bomberos de Guayaquil, estuvo muy involucrado en la elaboración del plan de RRD de la ciudad, el cual, según él, ha transformado el tipo de interacción entre el Cuerpo de Bomberos y las comunidades de la ciudad.
"Hasta ahora nuestro alcance dentro de la comunidad era bastante limitado. Solíamos preparar procedimientos para cada escuela cada vez que queríamos organizar una sesión educativa sobre seguridad contra incendios o preparación ante terremotos. Ahora podemos llegar a barrios enteros gracias a un nuevo nivel de colaboración con el municipio", explica Carbo.
La Dirección de Acción Social y Educación (DASE), que lleva a cabo programas vocacionales y programas de bienestar social en algunas de las áreas más vulnerables y propensas a desastres de la ciudad, se unió al Cuerpo de Bomberos. Sus equipos, distribuidos por toda la ciudad, pueden ahora manejar la organización de todas las sesiones de concienciación de la comunidad, incluida la organización del lugar, la logística y el equipo que necesitan los bomberos. Lo más importante es que logran movilizar a miembros de la comunidad para que asistan a las sesiones. En 2019, solo 36 niños resultaron heridos por fuegos artificiales durante las celebraciones de Año Nuevo en comparación con los al menos 200 heridos el año anterior: una señal clara de que los mensajes de seguridad contra incendios están llegando a la población.
El mayor Carbo tiene una visión clara del futuro próximo del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil: "Espero que en 2021 no tengamos que ser tan reactivos como servicio de bomberos. El perfil del bombero será el de alguien capacitado para actuar y hablar con las comunidades sobre la prevención de desastres; concienciar al público en temas de prevención es la única forma de avanzar."
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