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El
Caribe se prepara para el cambio climático Los
pequeños estados islas en desarrollo (PEID) comparten una serie
de retos económicos: fuerte dependencia de una base estrecha de
recursos, susceptibilidad a los vaivenes del comercio internacional, falta
de economías de escala, elevados costos de transporte y comunicación,
una grave vulnerabilidad a los desastres naturales, escasos recursos territoriales,
disponibilidad limitada de capacidad humana y de los medios para gestionar
y utilizar los recursos naturales de manera sostenible, y presiones cada
vez mayores sobre los entornos y recursos costeros y marinos. El Caribe no está
exento de estas necesidades y circunstancias especiales, reconocidas durante
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo
(CNUMAD) que se celebró en Brasil en 1992, y consignadas en el
programa de acción del encuentro, la Agenda 21. Este documento clama,
entre otras cosas, por "reuniones periódicas regionales y
mundiales sobre el desarrollo sostenible de los pequeños estados
islas en desarrollo, [la primera de las cuales] se celebró en 1993."
La primera conferencia mundial se realizó en Bridgetown, Barbados,
en 1994 y su resultado principal fue el Programa de Acción de Barbados
(BPOA, por sus siglas en inglés), que convirtió las recomendaciones
de la Agenda 21 en políticas, acciones y medidas específicas
en todos los ámbitos (nacional, regional e internacional) para
permitir a estos Estados avanzar hacia el desarrollo sostenible. Según el BPOA,
"el cambio climático y el alza en el nivel del mar" son
la primera de 14 áreas prioritarias que demandan "acción
urgente" para lograr el desarrollo sostenible en los PEID. Los efectos
adversos del cambio climático -el alza en el nivel oceánico,
la resultante erosión costera e invasión de agua salada,
el aumento en la frecuencia e intensidad de los huracanes y los desajustes
en la precipitación y el suministro de agua dulce- amenazan la
existencia de los Estados islas y otras naciones con zonas costeras de
baja altitud en el Caribe. La Secretaría
de la Comunidad del Caribe (CARICOM), junto con varios países caribeños
y la Organización de Estados Americanos (OEA), preparó la
propuesta de un proyecto regional que ayudaría a estas tierras
a prepararse para lidiar con el impacto del cambio climático. En
1997, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM, también conocido
como GEF) aprobó el proyecto Planificación para la Adaptación
al Cambio Climático en el Caribe (CPACC), con fondos desembolsados
por el Banco Mundial. El proyecto lo está ejecutando la OEA en
colaboración con el Centro sobre Ambiente y Desarrollo de la Universidad
de las Indias Occidentales, por medio de una Unidad Regional de Implementación
de Proyectos localizada en Barbados. El objetivo del proyecto
es ayudar a los países del Caribe a enfrentar los efectos adversos
del cambio climático en las zonas costeras y marinas, sobre todo
el alza en el nivel del mar, por medio de evaluaciones de vulnerabilidad,
planes para la adaptación al cambio, y la creación de capacidad
local. Los 12 países
participantes son Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica,
Granada, Guyana, Jamaica, Santa Lucía, San Cristóbal y Nevis,
San Vicente y las Granadinas, y Trinidad y Tobago. Las actividades específicas
son coordinadas por Puntos Focales en cada país. El proyecto contiene
nueve componentes:
Los componentes del
(1) al (4) se están ejecutando en todos los países participantes.
Los restantes son proyectos piloto ejecutados en países seleccionados.
El proyecto ha logrado
desarrollar un modelo exitoso de cooperación regional para enfrentar
las preocupaciones de los estados miembros en torno al impacto del cambio
climático. También se ha avanzado significativamente en
el establecimiento de los productos técnicos e institucionales
esperados. El proyecto ha emergido además como el punto focal para
las iniciativas regionales destinadas a satisfacer las obligaciones de
la región con respecto a la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre Cambio Climático. Los países
se han beneficiado con el establecimiento de un sistema de monitoreo del
clima y el nivel del mar, mejor acceso a datos climáticos y meteorológicos,
la definición de protocolos para el monitoreo de los arrecifes
de coral, la constitución de una red para la armonización
regional de medidas y normas relevantes, y la satisfacción de la
necesidad de evaluaciones de vulnerabilidad. Además, se han adoptado
novedosos enfoques sobre el diseño y uso de instrumentos económicos
y legales para la protección ambiental frente a la amenaza del
cambio climático. El diseño del
CPACC requirió de consultas nacionales y regionales, puesto que
se pensó que una metodología preceptiva genérica
resultaría inapropiada, mientras que las consultas permitirían
a los países apropiarse de las actividades del proyecto. En una
serie de encuentros nacionales con los actores relevantes, los países
del CPACC han comenzado a diseñar políticas y planes de
ejecución para adaptarse al cambio climático. El Gobierno
de Santa Lucía ya ha aprobado su política nacional sobre
el tema, y se prevé que lo mismo suceda en las restantes naciones. Conforme se aproxima
la conclusión del proyecto y crece la comprensión de la
vulnerabilidad regional, la interrogante principal es cómo podrán
los PEID continuar respondiendo a los problemas técnicos y políticos
relacionados con el cambio climático mundial y sus efectos adversos. Durante la primera
reunión ministerial para evaluar los avances en la aplicación
del Plan de Acción para los PEID, los jerarcas ordenaron que se
establezca un mecanismo institucional apropiado para enfrentar los problemas
del cambio climático una vez que concluya el CPACC. Ello motivó
al equipo del CPACC a realizar consultas amplias con varias instituciones
regionales y desarrollar la propuesta de establecer un Centro Caribeño
sobre Cambio Climático. La propuesta fue analizada
y aprobada en febrero del 2000 durante la octava reunión del Consejo
de Ministros de Comercio y Desarrollo Económico, uno de los órganos
de toma de decisiones políticas de CARICOM. El Consejo trasladó
la propuesta, con su beneplácito, a los Jefes de Gobierno de CARICOM,
quienes se reunieron en Canouan, en San Vicente y las Granadinas, en julio
del 2000 y aprobaron el establecimiento del Centro Caribeño. El Centro servirá
como un mecanismo regional para apoyar y sostener el programa de acción
sobre cambio climático de conformidad con la postura de la región
ante la Conferencia de las Partes de la Convención Marco sobre
Cambio Climático y en las reuniones de los Órganos Subsidiarios
sobre Ciencia y Tecnología de la Convención. Las principales funciones
del Centro, según su misión, son actuar como:
El establecimiento
de un Centro sobre Cambio Climático en el Caribe anglohablante
replica iniciativas similares de fortalecimiento institucional en América
Latina y otras regiones del globo. También es una respuesta directa
a las recomendaciones contenidas en la Iniciativa sobre Desarrollo Institucional
de la Convención Marco, la cual exhortó a la creación
de "centros de excelencia sobre cambio climático" durante
la quinta Conferencia de las Partes. Los Estados naciones del Pacífico
Sur han adoptado recientemente una iniciativa similar al establecer su
Programa de las Islas del Pacífico sobre Adaptación al Cambio
Climático (PICCAP). En la actualidad,
el Centro ha seleccionado dos proyectos para ser ejecutados. El primero,
Adaptándose al Cambio Climático en el Caribe, cuenta con
financiamiento del Fondo Canadiense de Desarrollo para el Cambio Climático.
Este proyecto comenzó a ejecutarse en octubre del 2001 y contribuirá
al fortalecimiento del Centro al financiar el desarrollo de un plan de
negocios para la entidad. El proyecto, financiado por la Agencia Canadiense
para el Desarrollo Internacional, busca sacar provecho de las experiencias
obtenidas durante la implementación del CPACC para consolidar,
extender y lograr la sustentabilidad de las respuestas al cambio climático
desarrolladas en ese proyecto. También pretende mantener el impulso
regional en el campo del cambio climático cuando concluya el CPACC. El segundo es un proyecto
de seguimiento al CPACC, llamado Generalizando la Adaptación al
Cambio Climático Mundial (MACC), que también será
financiado por el FMAM y cofinanciado por otros donantes. El equipo del
CPACC está actualmente preparando la propuesta oficial con la ayuda
de una pequeña donación del FMAM. Se espera que el proyecto
definitivo sea aprobado por el Consejo del FMAM durante su reunión
de diciembre del 2001, y que la Junta Directiva del Banco Mundial lo presente
para su aprobación en mayo del 2002. Las principales áreas
de actividad del MACC serán: (a) introducir el tema del cambio
climático en el temario de planificación y decisiones de
inversión en el ámbito nacional y sectorial, (b) ayudar
a los países en actividades relacionadas con la Segunda Etapa de
Adaptación de la Convención Marco, e (c) incrementar la
participación de la región en el monitoreo, modelado y evaluación
del cambio climático mundial con el fin de apoyar los planes de
adaptación. El proceso de diseño del Centro Caribeño sobre Cambio Climático avanza a buen ritmo, y se espera que se establezca formalmente en el segundo trimestre del 2002. |
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