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Internacional para la Reducción de Desastres América Latina y el Caribe |
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Naciones Unidas Campa�a Mundial para la Reducci�n de los Desastres 2002 �Hacia el desarrollo sostenible de las monta�as por medio de la reducci�n de los desastres� Como cada año desde comienzos del decenio de 1990, las Naciones Unidas están organizando una Campaña Mundial para la Reducción de los Desastres. Ésta culmina en el Día Internacional para la Reducción de los Desastres, el cual se celebra el segundo miércoles de octubreel 9, en el caso de este año. El objetivo principal de cada Campaña Mundial para la Reducción de los Desastres es crear conciencia alrededor del mundo y entre una amplia gama de sectores profesionales sobre las medidas que pueden tomarse para reducir la vulnerabilidad de las sociedades al impacto socioeconómico de los peligros naturales. Las campañas se centran en un tema diferente cada año; el de este año es: Hacia el desarrollo sostenible de las montañas por medio de la reducción de los desastres. Dos objetivos fundamentales encierra la Campaña de este año: el primer objetivo es crear conciencia alrededor del mundo sobre esfuerzos exitosos para reducir los desastres en zonas montañosas, de modo que las poblaciones montañesas existentes puedan beneficiarse de las lecciones aprendidas en otros sitios. El segundo objetivo, es crear conciencia sobre la importancia de la reducción de los desastres en general, de modo que se puedan explicar y compartir las soluciones pasadas y actuales para la reducción del riesgo y la vulnerabilidad. Las Campañas Mundiales de las Naciones Unidas para la Reducción de los Desastres son organizadas por la Secretaría de la Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres (EIRD), con sede en Ginebra, Suiza. La Secretaría de la EIRD ha dado a conocer un detallado Anuncio sobre la Campaña que está disponible en el sitio web: www.eird.org Las montañasun terreno fértil para los desastres naturales Ya sea que vivamos al nivel del mar o en las zonas más elevadas, estamos ligados a las montañas y éstas influyen en nuestra vida mucho más de lo que podamos imaginar. Las montañas proporcionan la mayor parte del agua dulce del mundo, tienen una biodiversidad más abundante que cualquier otra parte y en ellas vive por lo menos una de cada diez personas. Sin embargo, la guerra, la pobreza, el hambre, el cambio climático y la degradación ambiental ponen en peligro toda la vida de las montañas. Las montañas son entornos que encierran elevados niveles de energía. Esto plantea numerosos retos al tratar de minimizar las amenazas naturales provocadas por las fuertes lluvias y nevadas, variaciones de temperatura, lo empinado de las laderas, la actividad volcánica y los movimientos tectónicos. Sin embargo, las actividades humanas contribuyen a la fragilidad del suelo de las montañas. La explotación forestal insostenible y las prácticas agrícolas inadecuadas, por ejemplo, pueden causar deforestación y una grave pérdida de la cubierta vegetal del suelo. Conforme cada vez más porciones de suelo y sedimentos se deslizan río abajo, aumenta la posibilidad de que haya avalanchas, deslaves e inundaciones. Pese a ser graduales, otros procesos como la erosión del suelo también ponen en peligro las vidas y formas de sustento de los habitantes de las montañas. Los montañeses tienen amplia experiencia en todo lo concerniente a las amenazas naturales, y están conscientes de los lugares y la probabilidad de que desencadenen eventos adversos. Sin embargo, este conocimiento no siempre se aprovecha ni reconoce, sobre todo en el caso de amenazas naturales que se desarrollan paulatinamente. Además, eventos catastróficos como la ruptura de los diques naturales que constriñen los lagos glaciares, o aludes de escombros debidos a erupciones volcánicas, pueden tener numerosas causas o ser muy esporádicos, dificultando su predicción. Por todo esto, las áreas montañosas son un excelente ejemplo de lo que ya se ha hecho y lo que todavía resta por hacer para reducir el impacto socioeconómico de las amenazas naturales entre las poblaciones en riesgo. Si se quiere que las comunidades del globo eviten las consecuencias a menudo aciagas de los desastres naturales, es crucial que la reducción de los desastres constituya parte indisoluble de la planificación para el desarrollo sostenibleuna necesidad particularmente aguda en el caso de las poblaciones montañesas. El subrayar y promover este principio clave es el tercer objetivo de la campaña este año.
Si desea detalles adicionales, no dude en comunicarse con: Nicole Appel, Encargada
de Promoción y Conciencia: appeln@un.org,
Secretaría de la EIRD, Ginebra, Suiza. |
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