Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
Las Américas   

Revista EIRD Informa - América Latina y el Caribe
Número:13 -2006 -12/2006 - 11-/2005 - 10/2005 - 9/2004 - 8/2003 - 7/2003 - 6/2002 - 5/2002 - 4/2001- 3/2001 - 2/2000 - 1/2000

 

Editorial

Contenido
Siguiente

Hacia un Mundo m�s Seguro para Todos
La Trayectoria de Yokohama a Kobe



Las pérdidas humanas y económicas debido a los desastres llamados “naturales” han continuado aumentando, a pesar de los esfuerzos de los gobiernos y de la comunidad internacional para incrementar la sensibilización sobre la necesidad de reducir los riesgos existentes; proceso que fue promovido especialmente por el Decenio Internacional para la Reducción de Desastres (DIRDN, 1990-1999). Los resúmenes mundiales del 2002 informan de la ocurrencia de más de 500 desastres, con más de 10.000 personas muertas, 600 millones de víctimas, $55 billones de dólares en daños y $13 billones en pérdidas aseguradas. Los países en desarrollo resultan afectados de forma desproporcionada, con pérdidas que ascienden hasta cinco veces más de su PIB por unidad que en los países ricos, cifras que sobrepasan hasta un año o más de arduas labores para alcanzar el desarrollo económico que tan desesperadamente necesitan.

Durante las últimas tres décadas, en América Latina y el Caribe, los desastres naturales han afectado a más de 150 millones de personas; más de 100.000 han muerto y más de 12 millones han sido víctimas directas de estos fenómenos. Además, -sin ser muy exhaustivos- la cantidad total de daños ocasionados por estos desastres en toda la región asciende a más de $65 millones de dólares. Los países relativamente menos desarrollados y de menor tamaño, especialmente en la Región Andina, Centroamérica y los pequeños Estados isleños en desarrollo, se encuentran entre los más seriamente afectados. También se estima que en un período de 10 años, los daños ocasionados por los desastres en esta región han alcanzado los $20 millones, cobrado la vida de 45.000 personas y afectado a 40 millones de víctimas (fuente: CEPAL).


Los problemas fundamentales de la creciente vulnerabilidad frente a los peligros naturales y tecnológicos son, en gran medida, el resultado de las actividades de desarrollo sin una visión a futuro. Todos los días, las decisiones que se toman en los ámbitos local, nacional e internacional representan más un factor que incrementa la vulnerabilidad frente a los peligros existentes que un elemento de reducción del riesgo. En otras palabras, la vulnerabilidad de las comunidades está aumentando debido a las actividades humanas que conducen al incremento de la pobreza, a una mayor densidad urbana, a la degradación ambiental y al cambio climático.

En enero del 2000, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres, con el propósito de darle seguimiento al DIRDN y facilitar la implementación de la reducción de desastres a nivel mundial. Se ha logrado avanzar en este sentido y, tal y como lo señala el Plan de Implementación que se elaboró durante la CMDS (2002), actualmente ya se reconoce que la reducción de los desastres es crucial para alcanzar el desarrollo sostenible. Tanto el progreso en este campo como los desafíos dentro del mismo se ilustraron en la primera revisión mundial sobre iniciativas para la reducción de desastres –Viviendo con el Riesgo- que publicó la Secretaría de la EIRD en el 2002.

Actualmente se está llevando a cabo una revisión de los logros, brechas y desafíos críticos que enfrenta la comunidad internacional desde la adopción de la Estrategia y el Plan de Acción de Yokohama . Una cantidad de políticas, iniciativas, logros científicos y técnicos internacionales, nacionales y locales han mostrado la factibilidad de las inversiones para la reducción de los riesgos. Diversos asuntos y oportunidades emergentes relacionados la degradación y el cambio climático y pandemias como el VIH/SIDA también están captando cada vez más la atención del público, pero todavía queda mucho por hacer para integrar estas preocupaciones a las políticas nacionales.

Nuestro contexto actual nos permite convocar a una reunión internacional entre los forjadores de políticas a nivel local, nacional e internacional -los cuales participan activamente en asuntos relacionados con el desarrollo económico y social, y el manejo ambiental-, al igual que entre los expertos y encargados del manejo del riesgo y grupos comunitarios y de la sociedad civil. La oportunidad que brindó la finalización del proceso de revisión de Yokohama, al igual que el décimo aniversario del gran terremoto de Hanshin-Awaji, al igual que la oferta del gobierno de Japón para que la ciudad de Kobe-Hyogo fuese la sede de una conferencia mundial, justifican el momento y el lugar para realizar tal evento.

Por qué celebrar otra Conferencia Mundial sobre la Reducción de Desastres?

Durante los últimos años, el compromiso político hacia la reducción de desastres, en términos de sensibilización y comprensión sobre la importancia de este tema, ha quedado demostrado a través de diversos acuerdos y declaraciones. Uno de los objetivos de la Conferencia Mundial es incrementar el nivel de compromiso con la implementación de medidas para la reducción de riesgos a todo nivel, incluyendo el compromiso de lograr un adecuado financiamiento. Se espera que durante la Conferencia Mundial también se logre identificar formas concretas y prácticas para incorporar la reducción de desastres a las estrategias ambientales, de desarrollo y de erradicación de la pobreza, y asegurar la continuación de esfuerzos para pasar del simple auxilio al desarrollo sostenible.

La Conferencia Mundial se basará en los hallazgos de la revisión de la implementación de la Estrategia y el Plan de Acción de Yokohama, de 1994. Este proceso de revisión busca lograr:

• La evaluación de los logros y la identificación de prácticas exitosas desde su adopción en 1994;
• La definición de las brechas todavía existentes, al igual que de las necesidades críticas y oportunidades dentro de las iniciativas para la reducción de desastres a nivel mundial, y el análisis de temas emergentes tales como el cambio climático, la degradación ambiental, las pandemias, etc.; y,
• El desarrollo de elementos para la articulación de un programa de acción para la reducción de desastres para el período 2005-2015, con el propósito de implementar los Objetivos de Desarrollo del Milenio más relevantes, al igual que las metas del Plan de Implementación de Johannesburgo para el Desarrollo Sostenible.

La Conferencia también contribuirá a incrementar la sensibilización sobre la urgencia de centrar nuestra atención en las necesidades de la gente y las comunidades, y sobre la importancia del desarrollo de políticas y la implementación de acciones a niveles mundial, regional, nacional y local para la implantación de una cultura de prevención, como componente esencial y prerrequisito para el desarrollo sostenible.

Durante el 2003 y el 2004, con anterioridad a la Segunda Conferencia Mundial, se han llevado y continuarán llevando a cabo diversas reuniones regionales y temáticas, al igual que otros eventos similares con el propósito de analizar los logros y lecciones aprendidas en el campo de la reducción del riesgo de los desastres, identificar las brechas y proponer soluciones para futuras acciones. La reciente Conferencia Internacional sobre Alertas Tempranas (EWCII), que se realizó en Bonn, Alemania (del 16 al 18 de octubre) es parte de este proceso. La Conferencia reunió a más de 300 participantes, incluyendo ministros y funcionarios gubernamentales, ONGs, alcaldes, representantes de las agencias de la ONU, e instituciones técnicas y de investigación, para discutir las soluciones para integrar las alertas tempranas a las políticas públicas; nuevas tecnologías y soluciones tecnológicas para los sistemas de alertas tempranas; y las responsabilidades de los encargados de formular políticas en el contexto de las alertas tempranas y los riesgos urbanos, entre otros. Las recomendaciones y lecciones aprendidas que surgieron de esta conferencia contribuirán al proceso de revisión de Yokohama (para mayor información, referirse a la página 11)

En América Latina y el Caribe se celebraron diversas reuniones temáticas y regionales durante el 2003 para contribuir a la revisión de Yokohama. Entre ellas, se pueden citar la Consulta Hemisférica sobre Sistemas de Alertas Tempranas, el Sexto Congreso sobre el Manejo de Desastres (del 25 al 28 de noviembre en La Habana, Cuba), y el Foro Mitch + 5. Se han programado más consultas regionales con organizaciones regionales socias durante el 2004. Con frecuencia se incluirá información sobre estas reuniones y el proceso de revisión de Yokohama en las páginas de Internet de la EIRD (www.eird.org y www.unisdr.org )

Esperamos que disfrute de este ejemplar de EIRD Informa. Acogemos con gusto sus comentarios, especialmente los que nos ayuden a mejorar esta revista. También deseamos exhortarle a que nos envíe información sobre sus propias experiencias y lecciones aprendidas en torno a la reducción de desastres para que podamos compartirlas con el resto de la región.

"...Los Objetivos de Desarrollo del Milenio no pueden lograrse a menos que la pesada carga humana y econ�mica de los desastres se reduzca". CMDS, Johannesburgo, 2002

 
La Segunda Conferencia Mundial sobre la Reducci�n de Desastres representar� un hito para incrementar el perfil internacional de la reducci�n del riesgo de los desastres y promover su integraci�n en la planificaci�n y la pr�ctica del desarrollo, con el fin de fortalecer las capacidades locales y nacionales para abordar las causas de los desastres, los cuales contin�an devastando e impidiendo el desarrollo de muchos pa�ses. Se espera que durante la Conferencia se elabore un Programa de Acci�n para el decenio 2005-2015.

Para mayor información, favor comuníquese con la Unidad Regional de la EIRD para América Latina y El Caribe (eird@eird.org)


Contenido
Siguiente
  © ONU/EIRD