Más de 1.500.000 personas informadas en campaña ‘Bogotá con los pies en la tierra’, sobre el tema de terremoto
Foto: © IFRC
Más de 300.000 personas directamente y un millón quinientas mil indirectamente han participado en las jornadas informativas de la campaña educativa que busca preparar a diferentes segmentos de la población frente a la probabilidad de un terremoto que afecte a Bogotá.
Una campaña que combina procesos de divulgación en medios de comunicación y capacitación directamente en barrios, empresas y planteles educativos. Es la más amplia que se haya realizado a nivel latinoamericano en este tema.
Bogotá lidera actualmente el primero y el más grande proyecto que se ha realizado a nivel latinoamericano para preparar a todas las comunidades frente a la probabilidad de un terremoto.
Una campaña en medios de comunicación y jornadas informativas sobre qué hacer antes, durante y después de un evento sísmico, ha permitido que cerca de 1.500.000 personas residentes en la capital tengan ahora un conocimiento básico acerca de cómo actuar frente a esta probabilidad.
“Bogotá con los pies en la tierra”, es un proyecto que comenzó hace 14 meses liderado por la Dirección de Prevención y Atención de Emergencias de la Secretaría de Gobierno y la Alcaldía Mayor de Bogotá.
Hasta el momento se han dictado 4.000 jornadas de sensibilización en 832 barrios de las 20 localidades de Bogotá, 482 colegios, 1.088 conjuntos residenciales, 1.007 empresas, 93 universidades e instituciones técnicas y tecnológicas, 432 instituciones públicas, 172 jardines escolares infantiles y 89 comunidades religiosas, entre otros.
Una amplia cobertura
Es la primera vez que un proyecto de esta temática relacionada con la gestión de riesgos alcanza tan amplia cobertura en una ciudad latinoamericana, y que las comunidades solicitan y reciben la información con el ánimo de aprender haciendo.
Se trata de información básica y fundamental a través de “seis jugadas maestras” que no son otra cosa tales cómo prepararse anticipadamente para enfrentar un terremoto.
En estas jornadas que se realizan en los barrios y conjuntos residenciales, planteles educativos de primaria, bachillerato (secundaria) y universitaria y en empresas públicas y privadas (grandes, medianas y pequeñas), un grupo de 25 promotores capacitados previamente, adelantan las conferencias participativas e interactivas con grupos de más de 70 personas.
Durante estas jornadas sensibilizadoras cada promotor o formador hace un recorrido visual con los asistentes que comienza con la caracterización de la gestión de riesgos de la ciudad; atraviesa por la problemática estructural que ofrece cerca del 80 por ciento de las viviendas construidas en Bogotá sin un diseño sismorresistente; advierte a la comunidad sobre la tarea que desarrollan las instituciones de cara a la probabilidad de un terremoto, y les invita a asumir su co-responsabilidad en este propósito.
Finalmente suministra información sobre las recomendaciones de qué hacer antes, durante y después de un sismo en el hogar, la empresa y el colegio. Todo esto en un tiempo de dos horas y media.
Campaña en medios de comunicación
Esta tarea sensibilizadora que ha despertado el interés y la curiosidad de los residentes en la capital colombiana, ha ido de la mano de una campaña promocional divulgativa en medios de comunicación de cobertura barrial y distrital (toda la ciudad).
Se viene trabajando con radio, prensa, televisión, internet y materiales impresos, para lo cual se ha segmentado el público objetivo en tres grandes áreas: empresas, barrios y planteles educativos.
En este último caso se han desarrollado actividades lúdicas mediante concursos realizados directamente en colegios y escuelas con la participación de más de 400.000 estudiantes entre los 7 y 18 años.
Para esta actividad promocional, en el segmento infantil y juvenil, se creó y diseñó una brigada de dibujos animados con personajes propios de la ciudad, cuya capitanía es realizada por una cucaracha: La brigada “prevenir es vivir”.
Una metodología única
El propósito de la campaña es dotar a las comunidades barriales, escolares y empresariales de la información necesaria para ofrecer una respuesta oportuna de autoprotección y autocuidado en caso de que un terremoto pueda afectar la ciudad.
Se espera que estas comunidades se conviertan en una red de multiplicadores de esta información en su entorno familiar, barrial y laboral. Las pruebas de impacto han demostrado que en efecto cada asistente a las jornadas ha replicado la información con cuatro a cinco personas más.
Un aspecto novedoso de la metodología adoptada ha sido el proceso de convocatoria de las comunidades, porque lo realizan los propios promotores directamente en los barrios teniendo en cuenta tres aspectos fundamentales:
a. Por oferta. Se desarrolla la oferta institucional de las charlas sobre terremoto a través de medios de comunicación distritales y locales, pero se acude al esquema de ofrecer las charlas directamente en conjuntos residenciales, planteles educativos y empresas a nivel barrial.
b. En cadena. Es responsabilidad (co-responsabilidad) y compromiso de cada uno de los asistentes a las charlas difundir la información que recibe en su entorno familiar, como mínimo, y en sus entornos sociales, laborales y barriales y cada uno de los asistentes se encargará de invitar a familiares o amigos a las próximas charlas sobre el tema que se realicen en su localidad. También se acude al mismo fenómeno de ‘cadena’ que se ofrece a través de internet para obtener una cobertura informativa más amplia sobre estos temas de la gestión de riesgos con énfasis en terremoto.
c. Por Barrios. Se adelantan las presentaciones en las 20 localidades de Bogotá en forma de barrido, es decir, se trata de abarcar el mayor número de barrios por localidad. Los promotores se ‘toman’ cada día una localidad y llegan al mayor número posible de barrios en una misma semana.
El porqué de esta campaña
Aunque exista la probabilidad de que ocurra un movimiento sísmico en Bogotá, ningún ciudadano se encuentra preparado para una eventualidad de esta magnitud, debido en gran medida a la escasa conciencia sobre la posibilidad real de que esto pueda suceder en nuestro entorno.
Teniendo en cuenta el rechazo que genera el sólo hecho de mencionar la inminencia de un terremoto (aunque también sea imposible predecirlo con exactitud), hay que desmitificar el fenómeno y aprender que con medidas efectivas de prevención se puede mantener el control durante y después de un evento sísmico, empezando por el dominio de situaciones de pánico.
La metáfora del juego
Sin lugar a dudas el pánico juega un papel fundamental durante un evento de esta categoría. Los terremotos son tal vez el fenómeno natural que más temor provoca en la población, ya que prácticamente ningún lugar sobre la tierra se puede considerar inmune a uno de ellos, y a diferencia de otros como los huracanes, es imposible predecirlos y por lo tanto la posibilidad de reaccionar a tiempo es nula. Teniendo en cuenta estas consideraciones, se puede pensar que ante la necesidad de crear una conciencia seria sobre la posibilidad de enfrentar un evento sísmico, el primer elemento que se debe aislar es el miedo.
Como ya se ha dicho, un evento sísmico no se puede llegar a predecir con exactitud y esto hace imposible afirmar categóricamente cuándo y con qué consecuencias se va a producir, de tal manera que al abordar el tema a través de los medios de comunicación masiva lo primero que se debe tener en cuenta es que el mensaje que se envíe no contenga información que pueda generar reacciones de pánico en una comunidad, pues se corre el riesgo de lograr un efecto de rechazo ante un mensaje cuya información no podría ser demostrada contundentemente.
Tomando esto como punto de partida, el concepto que se propone desarrollar está basado en un lenguaje visual principalmente metafórico. Esta primera fase de la campaña pretende sensibilizar a las diferentes comunidades de Bogotá sobre la eventualidad de un sismo de gran magnitud, a la vez que busca desmitificar –sin llegar a trivializar- el efecto de un posible terremoto, y a aprender a “convivir” con este riesgo permanente.
El concepto del juego y concretamente de los juegos de mesa, es la herramienta que se propone para crear un lenguaje dinámico, sencillo, universal y sobre todo lejano a cualquier interpretación alarmista, para presentar esta primera fase de la campaña.
A través del dominó, las cartas y el ajedrez se presentan mensajes que recuerden a los ciudadanos la importancia de prepararse para un evento sísmico.
Tu vida en juego
Paralelamente al lenguaje visual que se desarrollará en cada una de las piezas de lanzamiento, el copy estará orientado a destacar el valor de la prevención frente al riesgo que implica un terremoto. Con la frase “Tu vida no puede estar en juego…”, que a modo de titular acompaña todas las piezas audiovisuales de la campaña, se busca crear una expectativa en torno a la imagen y al sentido del mensaje que más adelante se expresa en la frase “Un terremoto no se puede evitar, pero tú si te puedes preparar”, en el que se manifiesta abiertamente la importancia de estar alerta y preparado para una emergencia de gran proporción. Todo esto de cara a la segunda fase de la campaña, donde se mostrará de manera explícita cuáles son las recomendaciones más importantes frente a este fenómeno natural.
El logosímbolo
Con el ánimo de posicionar esta campaña en el largo plazo se desarrolló un elemento permanente que permitiera identificar a través de un logosímbolo la campaña “Bogotá, con los pies en la tierra”. Este recurso, que acompañará todas las piezas visuales, está compuesto por un pictograma similar a una señal de tipo preventivo que mostrará un individuo en posición firme y estable inscrito dentro de un cuadrado apoyado sobre su vértice, denotando inestabilidad.
Acompañando esta imagen estará la palabra Bogotá escrita en tipografía Helvética black con un efecto visual de fractura, que evoca las posibles consecuencias estructurales de un sismo.
De esta forma se integran en este logosímbolo el elemento humano y el elemento urbano, todo esto acompañado por la frase que completa el nombre de la campaña “con los pies en la tierra”, frase que resalta la importancia de la sensatez, la serenidad y la prudencia, virtudes necesarias a la hora de enfrentar con alguna posibilidad de éxito una situación tan difícil como esta. Finalmente se emplearon los colores identificativos de la ciudad amarillo y rojo, con el fin de circunscribir la campaña en el entorno capitalino.
Las piezas… El dominó
La primera pieza utilizará como pretexto el juego del dominó. Este sencillo divertimento de altísima recordación en múltiples segmentos de la población servirá para denotar a partir de un sutil juego de iluminación, cómo un sismo puede parecerse a una secuencia de fichas que una tras otra con un pequeño movimiento generan una reacción en cadena, tal como lo describe la expresión “efecto dominó”. Esta metáfora visual, representada en un entorno urbano, ubicará al receptor en el contexto real del terremoto.
El dominó, un juego de azar, también connotará esa condición imprevista y fortuita del terremoto y de la misma forma sus casi impredecibles e imprevisibles consecuencias.
El ajedrez
Este milenario juego de arraigo un poco más elitista que el anterior, caracterizado por la inteligencia y la visión estratégica de quienes lo practican, servirá como argumento para dirigirnos hacia un segmento más elevado de la población. Como imagen principal están ubicadas las cuatro torres, una de ellas estará derrumbada sobre el tablero, reflejando con esto la total vulnerabilidad ante el sismo, más allá de la condición de quienes lo sufran. De la misma forma se evidencia la importancia de desarrollar estrategias antes y después del sismo para minimizar sus efectos ya sea dentro del esquema de prevención, o de la reacción rápida e inteligente una vez este ocurra.
Los naipes
Aunque no se emplea concretamente el naipe dentro del contexto de un juego de mesa específico (51, continental, póquer) sí se utiliza la baraja aludiendo al concepto de “castillo de naipes” para denotar la fragilidad de nuestro entorno urbano frente a un sismo. Al igual que el dominó, la baraja de naipes además de ser un elemento de reconocimiento universal es sinónimo del azar, de la suerte buena o mala, de lo impredecible y de lo incierto, sin llegar a los terrenos de lo mágico, justificación para utilizar la baraja francesa, un poco más familiar en nuestro entorno y más relacionada con el juego de mesa que la baraja española, cuyo uso está más ligado a lo adivinatorio, elemento muy distante de lo exacto y lo científico.
Para mayor información contactar a:
Dario Sánchez Posso
dsanchez@fopae.gov.co
Asesor y Coordinador
Campaña Bogotá con los pies en la Tierra
Dirección de Prevención y Atención de Emergencias
Secretaría de Gobierno
Alcaldía Mayor de Bogotá
Teléfono 4297414 extensión 2835
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Bogotá - Colombia |
