Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
América Latina y el Caribe  

Revista EIRD Informa - América Latina y el Caribe
Número:13 -2006 -12/2006 - 11-/2005 - 10/2005 - 9/2004 - 8/2003 - 7/2003 - 6/2002 - 5/2002 - 4/2001- 3/2001 - 2/2000 - 1/2000

 

 

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Redes escolares gestionando el riesgo de Ancash-Perú


El Perú presenta el 77% de los glaciares tropicales del mundo y la mayor parte de ellos están ubicados en la sierra del departamento de Ancash, específicamente en el Callejón de Huaylas, donde tiene su origen el río más caudaloso de la costa, el río Santa. La abundancia de agua derivada de las lluvias y deshielos ha favorecido la agricultura y con ello la concentración de numerosos poblados rurales y algunas ciudades de importancia (entre las que destacan Huaraz, Ranrahirca y Yungay), sin embargo esto ha significado también una constante amenaza para los pobladores de estas zonas, quienes han sufrido los desastres de mayor letalidad y destrucción de bienes materiales en el último siglo, a consecuencia de los aluviones generados por desprendimientos de masas glaciales y/o desbordes de lagunas, eventos que siempre se han visto exacerbados por las altas condiciones de vulnerabilidad, asociadas con la pobreza extrema de la zona.

Desde el año 2004 Soluciones Prácticas - ITDG, apoyada financieramente por FUNDESO de España, Save the Children Suecia y DIPECHO, viene promoviendo la participación de los estudiantes y docentes en los procesos de gestión de riesgo en las escuelas y desde ellas en la comunidad; ello considerando que el único vínculo estatal con las comunidades más apartadas y generalmente más vulnerables se da a través de la educación escolarizada.

Con los docentes se realizaron durante dos años actividades de capacitación, que se orientaron a la transferencia de instrumentos metodológicos y técnicas para incorporar el tema de gestión de riesgos en las unidades de aprendizaje; se impulsó la formación de los Comités Escolares de Defensa Civil; y se promovieron campañas de sensibilización a través de concursos en las escuelas y la difusión de programas preparados por los escolares en emisoras de radios locales.

Con los estudiantes se constituyeron brigadas, que fueron el soporte de la “Red de Escolares en Alerta”, con quienes se trabajó en las escuelas a través de cursos y talleres de gestión de riesgos, concursos de dibujos e historietas y simulacros. Con el propósito de extender el trabajo hacia la comunidad, se realizaron marchas y pasacalles de sensibilización, representaciones teatrales orientadas a escenificar el sismo de 1970 que afectó a la ciudad de Yungay; las representaciones intentaron resaltar y cuestionar la conciencia y conocimientos de la población frente a los desastres, el accionar de la población en el momento de la emergencia y los efectos causados por el evento detonador. Asimismo, se realizaron encuentros escolares de intercambio de expe-riencias y difusión de estas actividades a través de los medios de comunicación. Adicionalmente, se formó la “Red de Comunicadores en Acción”, la cual jugó un papel central en las tareas de información: lideró la elaboración y difusión de programas radiales orientados a sensibilizar a la población, llegando a más comunidades rurales y propició espacios de reflexión y debate, donde los propios escolares aportaban a la comprensión de la situación de riesgo en la región. Uno de los jóvenes participantes de la experiencia señala al respecto: “…comprometido con los alumnos de mi colegio y de otros colegios, aprendimos a reconocer las zonas de vulnerabilidad y de evacuación, elaboramos nuestros planes de emergencia y mapas de amenazas del colegio… el principal aporte que puedo recoger de la experiencia es que ahora reconozco mis capacidades y las utilizo en el trabajo con mi comunidad …”.1

Este conjunto de actividades posibilitó el estrechamiento de lazos entre docentes y también entre estudiantes, los cuales tomaron algunas iniciativas para continuar con su compromiso con la gestión de riesgo en las escuelas y la comunidad en meses donde se redujeron las actividades de los proyectos aludidos en el párrafo anterior, basándose para ello en la conformación de la “Red de Docentes en Gestión del Riesgo”, la “Red de Comunicadores en Acción” y la “Red de Escolares en Alerta”. En esos meses los docentes intercambiaron sus experiencias y los comunicadores dieron continuidad a algunos de los programas en las emisoras radiales, pero indudablemente fueron los estudiantes quienes se mantuvieron e incluso intensificaron sus actividades, participando en diversas actividades en las escuelas y medios de comunicación local, así como en actividades de intercambio en el país y mediante su participación en los procesos concertados de planificación municipal.

En un segundo momento, la experiencia llevada a cabo con docentes y estudiantes nos sirvió de insumo para plantear un proceso de incidencia en las políticas educativas nacionales y/o regionales para la inserción del enfoque de gestión de riesgo. En este sentido, ITDG, junto al Ministerio de Educación y el Instituto Nacional de Defensa Civil - INDECI, ha contribuido a la elaboración de la propuesta curricular “Aprendiendo a Prevenir” y a su implementación a través de los planes institucionales en las escuelas rurales del país. Actualmente, “Aprendiendo a Prevenir” es la base para trabajar la inserción del tema de la gestión de riesgo desde la planificación curricular en cada una de las escuelas del país. Complementariamente, los docentes con el apoyo de ITDG elaboraron participativamente una guía para la evaluación y monitoreo de las escuelas, dotándolas de un instrumento necesario para medir los avances en la incorporación de la gestión de riesgo en las políticas educativas.

Las experiencias se han visto fortalecidas con acciones de réplica, iniciativas de los propios actores locales. Alrededor de 20 escolares que participaron formalmente de las actividades, ahora exalumnos, ya lejos de sus escuelas, persisten en los esfuerzos de sensibilización a través de los medios de comunicación, colaborando con radios y programas de televisión locales, donde vienen consiguiendo pequeños espacios para compartir entrevistas a niños y alcaldes escolares sobre sus experiencias en reducción del riesgo. Estos jóvenes líderes han formado la “Unión de Jóvenes en Alerta”, involucrando a estudiantes de escuelas, academias, universidades y centros de educación superior de toda la región. La “Unión de Jóvenes en Alerta” realiza actividades de capacitación dirigidas a estudiantes de escuelas rurales y urbanas y a miembros de organizaciones sociales, como comités de Vaso de Leche; ha contribuido a la realización de encuentros de intercambio de experiencias entre municipios escolares y los comités de Defensa Civil, y a la difusión de estas actividades en los medios de comunicación locales. Estas actividades le han conferido consistencia y protagonismo al grupo, a tal punto que en la actualidad hacen sentir su presencia en la región a través de la incorporación de proyectos sobre gestión de riesgos con enfoque de derechos en los procesos de elaboración del presupuesto participativo de la región.

En las propias palabras de uno de los jóvenes: “…en la escuela hay una gran fortaleza que son los estudiantes, nosotros los jóvenes tenemos que aprovechar nuestra juventud y poner todas nuestras fuerzas para sentir que somos importantes y tenemos las mismas capacidades que los adultos, hay que caminar de la mano juntos, para cambiar y lograr ciudades distintas, ciudades limpias, ciudades seguras, ciudades para la vida...” 2.

A partir de la experiencia desarrollada y como reflexiones finales podríamos afirmar que:

  1. La escuela es un agente clave en el proceso de reducción de riesgo y de promoción de estrategias de desarrollo desde lo local.
  2. Es necesario complementar y reforzar las medidas de preparación para responder a las emergencias en las escuelas con la incorporación del enfoque de gestión de riesgo en el sector educativo, lo que supone recrear diversas formas didácticas y metodológicas para incorporar la temática en las unidades de aprendizaje.
  3. El posicionamiento de los estudiantes como sujetos de derechos capaces de involucrarse y participar en los procesos de desarrollo de las comunidades, a partir de su intervención directa en actividades de prevención y sensibilización, constituye una de las premisas necesarias para el desarrollo de la gestión de riesgo en las escuelas.
  4. La escuela puede contribuir mediante campañas de motivación y sensibilización a una mayor participación de la población en los simulacros y otras acciones de defensa civil.
  5. La identificación y formación de líderes juveniles y su participación en brigadas constituye un mecanismo de fortalecimiento de las capacidades comunitarias para la
    gestión de riesgo en la medida que incluya mecanismos de participación en la gestión local y comunitaria, y no sólo en la respuesta a emergencias.
  6. Se deben promover la participación de las redes de escolares y docentes, en nuevos espacios inter institucionales, a través de la implementación de procesos de capacitación a docentes y estudiantes y en la participación activa en nuevas actividades en gestión local del riesgo.
  7. El respaldo institucional y la voluntad política de la autoridad local favorece el desarrollo de programas y proyectos de apoyo social.
  8. Docentes y estudiantes no sólo han participado en los procesos de capacitación, si no que también han diseñado y validado instrumentos de evaluación y planificación, así como materiales educativos, que aspiran a convertirse en herramientas útiles para el fortalecimiento de la gestión de riesgo en todo.

Para mayor información contactar a:
Miluska Ordoñez Educadora, especialista en gestión ambiental: mordonez@itdg.org.pe
Giovana Santillán Socióloga, coordinadora del proyecto: Incorporando la gestión de riesgo en las políticas educativas: gsantillan@itdg.org.pe

1 Ediño Norabuena, Ex escolar en Alerta, hoy líder de la Unión de Jóvenes en Alerta de Ancash.
2 Idem.


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