Por Jonathan Fowler
MONTREAL, Canadá, 9 de marzo de 2017 – Baillie, una perra de la raza collie de la frontera, se queda inmóvil y con la mirada fija en su adiestrador, para luego entrar en acción en el momento en que él le da la orden: “¡Encuéntralo!”
Baillie, de cuatro años de edad, forma parte del Equipo de Respuesta a Desastres del Cuerpo Especial 2 de Canadá, y se encuentra entre los mil delegados que asisten a la quinta sesión de la Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres en las Américas. Ella es una de los 20 perros “élite” de búsqueda y rescate urbano pesado que hay en Canadá, cuyas tareas incluyen hurgar en los escombros para ver si hay personas atrapadas.
Baillie vive en Canmore, Alberta y se ha convertido en toda una celebridad durante la conferencia de alto nivel que se está celebrando en Montreal y que ha reunido a representantes de más de 50 países y territorios de todas las Américas.
Su adiestrador, el señor Kit Huffer, explicó que cuando camina en las mañanas hacia el centro de conferencias “los delegados exclaman ‘¡Allí está Baillie!’ y se acercan para acariciarla”. Mientras camina por los pasillos, los participantes le toman fotos con sus teléfonos y ella ni se inmuta. “Ella ya está acostumbrada y ya tenía seguidores en las redes sociales antes de venir aquí”, dijo entre risas el señor Huffer.
La cumbre de Montreal avalará un plan regional para reducir el riesgo impuesto por una serie de amenazas que existen en las Américas, tales como inundaciones, incendios forestales y terremotos. El plan alineará los esfuerzos regionales, nacionales y locales realizados con los objetivos del Marco de Sendai, un acuerdo que adoptó la comunidad internacional en 2015, el cual abarca un período de 15 años.
Los perros de búsqueda y rescate son un eslabón fundamental en la cadena de las emergencias.
Tras la muerte por cáncer de Loki, el querido perro collie de la frontera de la familia Huffer, originalmente, Baillie iba a ser solo una mascota. De un total siete perritos, el señor Huffer escogió a Baillie pues fue la que se le acercó primero.
Un veterinario explicó al señor Huffer que durante sus primeros meses de vida, los collies de la frontera deben socializar lo más que puedan con los seres humanos. Debido a que el señor Huffer, ex ejecutivo de servicios financieros, estaba recibiendo nuevamente capacitación como rescatista, él llevó a Baillie, que entonces solo tenía seis meses, a la estación de bomberos, donde conoció a decenas de personas de una sola vez.
Fue posible observar de inmediato todo el potencial que tenía Baillie. Al recordar lo que sucedió, el señor Huffer soltó la risa y dijo: “En realidad, ella fue miembro del Cuerpo Especial antes que yo”.
Los adiestradores de perros de búsqueda y rescate pueden determinar cuándo un cachorro hasta de tan solo ocho semanas puede desarrollar estas habilidades.
Según lo explicó el señor Huffer, estos perros “deben tener lo que denominamos el ‘instinto de presa’, así como el ‘instinto de caza’. Se trata de mostrar curiosidad y liderazgo. También se observa cómo se comportan con otros perros”.
El señor Huffer añadió que Baillie “cuenta con un vocabulario de al menos 50 palabras. Ella puede distinguir entre ‘encuéntralo’, que significa que tiene que buscar un objeto, ‘artículo’, que significa que debe ir tras un artículo con olor humano, y ‘busca’, que es la orden para buscar a una persona.”
Deben transcurrir unos 18 meses antes de que un perro pueda graduarse como rescatista certificado en el ámbito nacional. En el caso de los perros de raza collie de la frontera, estos pueden trabajar en estas actividades entre 10 y 14 años.
Aun antes de reunir todos los requisitos necesarios para dedicarse a tareas de búsqueda y rescate, Baillie ya había logrado obtener experiencia práctica durante las inundaciones en el sur de Alberta en 2013.
Más cerca del lugar donde vive, Baillie tuvo la oportunidad de hurgar en varios edificios que se derrumbaron después de que ocurriera una explosión de gas en Canmore en junio de 2015. El señor Huffer explicó que en esa ocasión la utilizaron para explorar y “despejar los siete edificios más dañados”. Afortunadamente, nadie quedó atrapado en los escombros, pero el trabajo de estos perros también es ayudar a los rescatistas de emergencia a cerciorarse que ya se puede borrar un edificio de la lista y continuar con otros.
El señor Huffer, que posee un título en ingeniería eléctrica y electrónica, ha usado la tecnología de los vehículos aéreos teledirigidos (drones) para desarrollar una cámara conectada a un reloj inteligente (“smartwatch”), lo cual le permite ver exactamente lo que Baillie ve. Un modelo de Baillie con el arnés original, aún sucio y lodoso, junto con una cámara, serán la atracción principal de una exhibición en el Museo de Ciencia y Tecnología de Canadá, ubicado en Ottawa y que reabrirá sus puertas en noviembre, después de haber pasado por un proceso de reacondicionamiento.
Aunque es sumamente inusual, también se está entrenando a Baillie para que lleve diversos artículos a la gente. Por ejemplo, ella podría llevar insulina a una persona diabética que quede atrapada. El señor Huffer cree que es Baillie es el único can entrenado para hacer esto en todo el hemisferio occidental.
Enlaces relacionados
Página de Internet de la quinta sesión de la Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres en las Américas
Equipo de Respuesta a Desastres del Cuerpo Especial 2 de Canadá
Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres