Por UNDRR Las Américas
ST. JOHN, Antigua & Barbuda, miércoles 29 de marzo de 2017 – Se espera que durante el primer Foro Ministerial del Caribe sobre Escuelas Seguras, que se celebrará del 3 al 4 de abril de 2017, con el patrocinio del Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología de Antigua y Barbuda, se adopte tanto la Declaración como la Hoja de Ruta del Caribe sobre Seguridad Escolar. Esta reunión de alto nivel busca promover y aumentar el grado de sensibilización pública sobre los tres pilares del Marco Integral sobre Seguridad Escolar (CSS, por sus siglas en inglés), el cual sirve para guiar la Iniciativa Mundial para Escuelas Seguras (WISS, por sus siglas en inglés). Este foro identificará las prioridades y los logros nacionales y regionales conjuntos para la seguridad escolar en el Caribe.
Al reconocer que una educación de calidad representa la base para mejorar las vidas de las personas y para lograr el desarrollo sostenible, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada en 2015 por los 193 países que están representados en la Asamblea General de las Naciones Unidas, refleja el compromiso de “Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”, lo cual se estableció como el cuarto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030. Este cuarto objetivo se ha alineado con la tercera prioridad del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres —Invertir en la reducción del riesgo de desastres para la resiliencia—, la cual busca “Promover la resiliencia de infraestructuras vitales nuevas y existentes, incluidas las de abastecimiento
de agua, transporte y telecomunicaciones, las instalaciones educativas, los hospitales y otras instalaciones sanitarias, para asegurar que sigan siendo seguras, eficaces y operacionales durante y después de los desastres, a fin de prestar servicios esenciales y de salvamento”.
Para poder fomentar avances al respecto, el Marco de Sendai reconoce que se deben incorporar estructuras resistentes a los desastres en las escuelas, según los propios contextos locales, mientras al mismo tiempo se hace un llamado a que el conocimiento y la sensibilización en torno a el riesgo y las amenazas formen parte de los programas educativos, a fin de generar cambios de conducta que respalden la reducción del riesgo de desastres y un mayor grado de resiliencia.
La Iniciativa Mundial para Escuelas Seguras (WISS, por sus siglas en inglés) es una alianza de trabajo dirigida por los gobiernos para fomentar la seguridad escolar, tal como se concibió en el Comunicado sobre el Diálogo de Alto Nivel de la cuarta sesión de la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres, celebrada en mayo de 2013, y que se aprobó durante la Tercera Conferencia Mundial sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, realizada en 2015 en Sendai, Japón.
El Foro Ministerial del Caribe contará con la participación del Honorable Michael Browne, Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología de Antigua y Barbuda, al igual que de otros delegados de alto nivel provenientes de 12 países y territorios caribeños, y diversos representantes de organizaciones intergubernamentales, tales como la señora Elisabeth Riley, Subdirectora Ejecutiva de la Agencia Caribeña para la Gestión de Emergencias y Desastres (CDEMA) y la señora Katherine Grigsby, Directora y Representante de la Oficina en Kingston de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para el Caribe, entre otros.
La Agencia Caribeña para la Gestión de Emergencias y Desastres (CDEMA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS) y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) se encargaron de organizar conjuntamente este foro. Asimismo, la organización de esta reunión de alto nivel fue posible gracias al apoyo financiero de la Agencia Austriaca para el Desarrollo, el Reino de los Países Bajos y la República de Corea.
Los desastres generan un impacto considerable en los niños, los jóvenes y los sistemas educativos. Diversos estudios sugieren que es muy probable que cada año unos 175 millones de niños en todo el mundo resulten afectados por los desastres y los que viven en la región del Caribe no son la excepción. En 2004, el Huracán Iván ocasionó una destrucción generalizada en Granada y dañó 73 de las 75 escuelas públicas existentes. Asimismo, en 2010, 38 000 estudiantes y 1 300 docentes y miembros del personal educativo perdieron la vida durante un terremoto en Haití, el cual también destruyó un total de 4 000 escuelas y la sede del Ministerio de Educación. Debido al fuerte sismo el proceso educativo de aproximadamente 3 millones de estudiantes sufrió interrupciones. Es probable que estas cifras aumenten, a menos que los países tomen medidas para mejorar sus capacidades para prever, prepararse, adaptarse y ser más resilientes a las amenazas.
El Caribe es una región que presenta un alto grado de exposición a múltiples amenazas naturales, tales como huracanes, inundaciones, erupciones volcánicas, terremotos, tempestades, tsunamis, aludes y sequías. La vulnerabilidad, aunada a la exposición a estas amenazas, puede contribuir a menoscabar drásticamente las estrategias para la reducción de la pobreza, al igual que impedir los logros del desarrollo y poner en peligro los sistemas educativos. Al mismo tiempo, la región del Caribe es muy susceptible al impacto y a los efectos que se originan a partir de una mayor frecuencia y magnitud de los eventos meteorológicos y climáticos extremos, los cuales se ven exacerbados por la variabilidad y el cambio climático. Es muy posible que si no se mitigan estos eventos surjan devastadoras consecuencias para el bienestar económico, social y ambiental de las naciones del Caribe.
No obstante, en años recientes se han logrado avances considerables en términos de la reducción del riesgo de desastres y la resiliencia, tal como se ejemplifica en la Estrategia para la Gestión Integral de Desastres (CDM, por sus siglas en inglés) y en una serie de esfuerzos recientes dirigidos a armonizar esta estrategia con el Marco de Sendai. Al mismo tiempo, de conformidad con los compromisos adquiridos por la región con una serie de acuerdos mundiales, tales como el Marco de Sendai, el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), distintos gobiernos en todo el Caribe están logrando grandes avances en torno a su agenda en común.
Enlaces relacionados
Declaración de Antigua y Barbuda sobre Seguridad Escolar en el Caribe
Foro Ministerial del Caribe sobre Escuelas Seguras
Iniciativa Mundial para Escuelas Seguras (WISS)