Por Jonathan Fowler
MONTREAL, Canadá, 7 de marzo de 2017 – El día de hoy, la vasta región de las Américas inició una conferencia de alto nivel para establecer un plan de amplio alcance que buscará reducir el riesgo que imponen las amenazas tanto naturales como las inducidas por el ser humano. La quinta sesión de la Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres en las Américas, que se está celebrando en Montreal, es el punto de reunión de unos 1000 delegados provenientes de más de 50 países y territorios.
Durante su discurso de apertura, el señor Robert Glasser, Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, dijo que espera que la conferencia “nos ayude a acercarnos más a un futuro resiliente donde el aspecto central sea reducir los niveles existentes del riesgo y evitar la generación de otros nuevos”.
La región de las Américas, que se extiende desde el Ártico canadiense hasta la Tierra del Fuego, enfrenta una serie de amenazas, cuyos efectos se agravan debido a factores tales como la pobreza, un vertiginoso proceso de urbanización y el cambio climático.
Por su parte, el señor Ralph Goodale, Ministro de Seguridad Pública y Preparación para Emergencias de Canadá, explicó que “al igual que muchos de nuestros socios hemisféricos que están aquí el día de hoy, experimentamos una amplia variedad de amenazas naturales e inducidas por el ser humano –lo cual quedó evidenciado recientemente con el gran incendio forestal que ocurrió en Fort McMurray, Alberta”.
El Ministro añadió que “algunos países que están con nosotros hoy apenas se están recuperando de las mismas adversidades que comentaremos aquí. Recientemente, nuestros amigos de Chile experimentaron lluvias torrenciales y aludes en la cordillera de los Andes, muy poco tiempo después de haber experimentado una serie de incendios forestales que dieron origen a un grado de devastación nunca antes visto. En 2016, California también experimentó un verano con despiadados incendios forestales, los cuales destruyeron cientos de hogares y miles de acres de terreno. Y todos recordamos el Huracán Matthew que el año pasado ocasionó destrucción tanto en el Caribe como en el sureste de los Estados Unidos”.
Uno de los objetivos principales de la conferencia es avalar lo que el Ministro Goodale denominó un “robusto” plan de tres años, el cual alineará los esfuerzos realizados en las Américas con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, un acuerdo mundial suscrito en 2015, el cual abarca un período de 15 años. El plan también se incorporará a la sesión de 2017 de la Plataforma Global sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, a celebrarse en México en mayo próximo. África, Asia y Europa ya han establecido planes similares para sus respectivas regiones.
Las siete metas del Marco de Sendai incluyen lo siguiente: reducir considerablemente la pérdida de vidas, la cantidad de personas afectadas y las pérdidas económicas que ocasionan las amenazas. El Marco también busca reducir los daños a la infraestructura vital y la interrupción de servicios básicos, tales como centros educativos y de salud. Otras de sus metas principales incluyen el incremento del número de países que cuentan con estrategias para la reducción del riesgo de desastres en el ámbito nacional y local para 2020, el aumento de las capacidades de los países en desarrollo y una cobertura mucho más amplia de los sistemas de alerta temprana.
El Marco de Sendai guarda una estrecha rrelación con el Acuerdo de Paris sobre Cambio Climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los cuales también se adoptaron el 2015.
El señor Glasser, que elogió el plan de Canadá para reducir las emisiones, expresó lo siguiente: “Se puede decir que la reducción de gases de efecto invernadero es la mayor contribución a largo plazo que pueden efectuar los gobiernos locales y el sector privado para reducir el riesgo de desastres. De lo contrario, vamos a observar una mayor intensificación de los desastres meteorológicos y climáticos, al igual que severas tormentas, sequías e inundaciones provocadas por el aumento de temperaturas y de los niveles del mar, generando así efectos en cascada en la seguridad alimentaria y hasta el surgimiento de conflictos. Ya sabemos que estos eventos meteorológicos se han duplicado en el transcurso de los últimos 20 años y equivalen al 90 por ciento de todos los desastres ocasionados por las amenazas naturales. La adaptación y la mitigación del cambio climático se relacionan inequívocamente con la reducción del riesgo de desastres”.
Con respecto a los retos existentes, el señor Glasser destacó lo ocurrido con el Huracán Matthew en octubre del año pasado, refiriéndose al hecho de que se confirmó oficialmente la muerte de 546 personas en Haití, un país que continúa recuperándose del impacto del devastador terremoto de 2010.
Según lo explicó el señor Glasser, esto muestra la importancia de los sistemas de alerta, un tema que se expondrá durante la Conferencia sobre Alertas Tempranas para Amenazas Múltiples, la cual se realizará junto con la sesión de la Plataforma Global. Él también destacó el impacto económico que generan los desastres, que ahora asciende a $500.000 millones de dólares estadounidenses anuales.
Se calcula que solo el Huracán Matthew ocasionó daños por un valor de $15.000 millones de dólares durante su paso por Haití, Cuba, la República Dominicana, las Bahamas, los Estados Unidos y las zonas marítimas de Canadá.
El señor Glasser indicó que todo esto fue un cruel recordatorio de que los desastres pueden agotar los escasos recursos que, de no ser así, podrían haberse invertido en salud y educación, especialmente en países de ingresos bajos y medios, que son los que menos pueden solventar estas pérdidas. Por ejemplo, se calcula que el Huracán Matthew le costó a Haití aproximadamente un tercio de su producto interno bruto (PIB), lo cual representa un duro golpe al ser un país en el que más de la mitad de la población vive por debajo de la línea de pobreza.
El señor Glasser elogió los esfuerzos realizados en América Latina para reducir el impacto del fenómeno de El Niño durante el período 2014-2016, el cual ocasionó sequías e inundaciones. Si bien este evento no fue tan severo como los ocurridos en las décadas de 1980 y 1990, los planes de preparación redujeron sus impactos. Él afirmó que “debemos recurrir a esfuerzos como estos, pues sentarán las bases para lograr una década de acciones concertadas para reducir las pérdidas que ocasionan los desastres”.
Enlaces relacionados
Página de Internet de la quinta sesión de la Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres en las Américas
Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres
Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres 2017
Acerca de la UNDRR: La UNDRR es la oficina de las Naciones Unidas dedicada a la reducción del riesgo de desastres y está encabezada por el Representante Especial del Secretario General de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres. La UNDRR respalda la aplicación del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, el cual busca “la reducción considerable del riesgo de desastres y las pérdidas ocasionadas por éstos, tanto de vidas, medios de subsistencia y la salud como de bienes económicos, físicos, sociales, culturales y ambientales de las personas, las empresas, las comunidades y los países”.