Por Richard Waddington
Cartagena, Colombia, 25 de junio de 2018 – Diversos ministros y funcionarios de alto nivel provenientes de las Américas y del Caribe instaron a lograr más avances en el monitoreo del plan regional para aumentar la resiliencia –el plan de acción de la región para la reducción de desastres—, con el propósito de medir su eficacia al responder a una serie de amenazas, tanto naturales como de origen antropogénico, que enfrenta la región.
En una declaración presentada al final de los tres días que duró las sexta Plataforma Regional sobre la Reducción de Desastres en las Américas, estos ministros y funcionarios afirmaron que los Estados miembros deben integrar la reducción del riesgo de desastres en todas las áreas para promover una "región menos vulnerable" y comunidades más resilientes.
Los ministros y los jefes de delegaciones explicaron que el objetivo de todo esto es lograr que se considere a la "reducción del riesgo de desastres como una prioridad de las políticas públicas". Los funcionarios también lo siguiente: "Hacemos un llamado a los países para que desarrollen y fortalezcan los planes y las estrategias para la reducción del riesgo de desastres a nivel nacional y local".
El Plan de Acción Regional para las Américas se aprobó el año pasado en Montreal, Canadá, con el propósito de alinear las estrategias regionales, nacionales y locales de las Américas y del Caribe con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, un acuerdo de 15 años de duración que adoptó la comunidad internacional en 2015. El Marco de Sendai establece varias prioridades de acción y metas claras, a fin de evitar nuevos riesgos de desastres y reducir los existentes.
En la reunión de alto nivel se reafirmó el compromiso de la región con el logro del objetivo establecido por el Marco de Sendai: la reducción considerable del riesgo de desastres y de las pérdidas que estos ocasionan en términos de vidas, medios de subsistencia y salud, al igual que la reducción del número de personas que resultan afectadas por los desastres y las pérdidas económicas resultantes.
Varios desastres recientes nos han recordado que existe la urgente necesidad de fortalecer los esfuerzos nacionales, al igual que la cooperación y las asociaciones de trabajo regionales, lo que incluye las alianzas público-privadas.
Los funcionarios de alto nivel también hicieron énfasis en la importancia de aumentar el conocimiento existente sobre los fenómenos que ocasionan la pérdida de vidas y los daños a la infraestructura en las Américas.
Esto se traduce en el uso de herramientas basadas en la ciencia que faciliten la toma oportuna de medidas de prevención, así como la identificación y la comunicación de las pérdidas ocasionadas por los desastres a través de plataformas de monitoreo en línea diseñadas para este propósito y adoptadas para seguir de cerca la aplicación del Marco de Sendai.
Asimismo, la declaración reconoció el "impacto desproporcionado" que originan los desastres en las mujeres, las niñas, las personas con discapacidades y otros grupos vulnerables, al igual que la necesidad de aplicar un enfoque participativo para la reducción del riesgo de desastres, con el propósito de reducir los efectos sociales, económicos y psicológicos de estos eventos.
La declaración también instó a que se preste apoyo a las comunidades indígenas cuando ocurran desastres y que se integre su conocimiento tradicional en las actividades de socorro y ayuda.
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