Por: Alexcia Cooke.
BRIDGETOWN, Barbados, 12 de enero de 2017 – El día de hoy es el séptimo aniversario del terremoto de 7 grados de magnitud que devastó a Haití. Se calcula que 3 millones de habitantes resultaron perjudicados y que el sismo cobró la vida de 150.000 personas. En la región del Caribe, los terremotos se sitúan entre los eventos con más probabilidades de ocasionar el mayor grado de destrucción en un solo evento. Muchos países dentro de esta región enfrentan la amenaza de experimentar terremotos en el futuro, los cuales ocurrirán cuando la acumulación de tensión en los segmentos de los límites de las placas tectónicas adyacentes exceda el punto de ruptura. En gran medida, el daño resultante dependerá de las medidas que se escojan para la gestión del riesgo y que se apliquen para evadir o reducir la vulnerabilidad frente a los sismos fuertes.
Como parte de los esfuerzos para abordar esta vulnerabilidad, más de 150 participantes provenientes de toda la región se dieron cita para realizar el Foro Caribeño sobre Riesgo Sísmico en Zonas Urbanas en Puerto Príncipe, Haití, del 18 al 21 de setiembre de 2016. Este foro representó una valiosa oportunidad para que los países del Caribe trazaran el rumbo a seguir para lograr el desarrollo sostenible, a través del intercambio de experiencias, la socialización de información y la elaboración conjunta de la denominada hoja de ruta regional para la gestión del riesgo sísmico urbano en el Caribe.
Durante su discurso de clausura de este foro, el Ministro del Interior y Autoridades Locales de Haití acogió está gran iniciativa, la cual permitirá que se realicen esfuerzos de cooperación entre diversas instituciones y sus países, con el fin de abordar un problema común y permanente. El Ministro hizo énfasis en la importancia de gestionar el riesgo sísmico en las zonas urbanas, a medida que la región enfrenta el desarrollo de un incontrolado proceso de urbanización, el cual contribuye a la vulnerabilidad ya existente en los Estados más pequeños.
La hoja de ruta regional prestará asistencia a los grupos interesados tanto en el ámbito local y nacional como en el plano regional, al igual que a los sectores público, privado y de la sociedad civil, a fin de identificar y tomar acciones en sus diferentes campos de trabajo sobre la gobernabilidad del riesgo, al igual que para la comprensión del riesgo sísmico urbano, la mitigación, la preparación, la respuesta, la recuperación y la reconstrucción, junto con la educación y la sensibilización pública, la transferencia y el financiamiento del riesgo y la planificación de la continuidad empresarial.
El Sr. Ronald Jackson, Director Ejecutivo de la Agencia Caribeña para la Gestión de Emergencias y Desastres (CDEMA, por sus siglas en inglés), elogió el éxito logrado por el Foro Caribeño sobre Riesgo Sísmico y destacó la función de CDEMA en la conformación de la hoja de ruta antes del taller, la cual fue uno de los resultados principales de las deliberaciones realizadas. Al respecto, el Sr. Jackson expresó lo siguiente: “Deseo reiterar el apoyo de CDEMA a la utilización de la hoja de ruta desde una perspectiva regional, lo que incluye el ámbito de la coordinación, el monitoreo y la generación de informes sobre la participación en el futuro”. El Sr. Jackson también aseveró que la institucionalización de esta hoja de ruta ha comenzado con el reconocimiento que ha otorgado CDEMA a las funciones con las que cumplirán a partir de ahora el Grupo de Trabajo Técnico Regional (RTWG, por sus siglas en inglés) y el Subcomité del Sector de Planificación Física y Ambiental (PEPSSC, por sus siglas en inglés).
Asimismo, el Sr. Jackson explicó que “ciertamente, existe evidencia de que la capacidad de coordinación operativa en caso de eventos adversos ha mejorado en Haití. Sin embargo, todavía lamentamos el hecho de que los estándares de construcción no han avanzado al mismo ritmo para velar por que las nuevas construcciones sean más resistentes a eventos sísmicos de la magnitud que Haití experimentó el 12 de enero de 2010. La hoja de ruta representa una oportunidad para que se promueva este tema, tanto a nivel programático como de políticas en Haití, para que en el futuro observemos una drástica reducción en la mortalidad ocasionada por terremotos”.
Esta hoja de ruta regional se elaboró teniendo en cuenta estos antecedentes, al igual que una serie de retos tales como una deficiente gobernabilidad del riesgo, un nivel insuficiente de preparación, la necesidad de contar con un mejor conocimiento científico para poder depurar los mapas de amenazas naturales, un marco ineficaz para los reglamentos de construcción, un cumplimiento limitado de los estándares y los códigos de construcción, y una mitigación también limitada de los daños que ocasionan las amenazas naturales como parte del sistema de planificación, junto con un inadecuado financiamiento del riesgo.
Por su parte, al expresar sus reflexiones en torno al Foro Caribeño sobre Riesgo Sísmico y a la hoja de ruta regional, el Sr. Ricardo Mena, Jefe de la Oficina Regional para las Américas de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), elogió a la región y al gobierno de Haití por haber tomado la iniciativa de trabajar para aumentar la resiliencia en las zonas urbanas y fomentar la aplicación del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030. Con respecto al resultado principal de este foro, el Sr. Mena invitó a las autoridades nacionales, a los expertos y a la sociedad civil en general a trabajar de forma conjunta para aplicar la hoja de ruta regional e identificar los próximos pasos esenciales que deben emprender los grupos interesados para lograr avances en la gestión del riesgo sísmico urbano en el Caribe y en diversas iniciativas en el ámbito mundial, tal como la campaña sobre ciudades resilientes.
Expertos de diversos organismos en toda la región, tales como agencias estatales de Haití, el Centro de Investigación Sísmica de la Universidad de las Indias Occidentales, el Consejo Caribeño de Organizaciones de Ingeniería y la Red Sísmica de Puerto Rico, al igual que representantes de organizaciones nacionales para la gestión de desastres, ofrecieron orientación y recomendaciones sobre los próximos pasos a seguir para mejorar la situación actual de la gestión del riesgo sísmico urbano en los países del Caribe.
El Dr. Richard Robertson, Director del Centro de Investigación Sísmica, explicó que la hoja de ruta regional es una directriz necesaria para tomar medidas y acciones críticas dirigidas a contrarrestar la amenaza que imponen los terremotos al desarrollo sostenible. El Dr. Robertson también señaló que esta hoja de ruta “ofrece las bases para el tipo de acciones concertadas que necesita una gran cantidad de actores en la región. En cualquier isla caribeña, es muy probable que un porcentaje mucho mayor de edificios e infraestructura se haya construido antes de que se empezaran a aplicar códigos sísmicos eficaces y menos del 2 por ciento de estos edificios se reemplaza anualmente. Es por esta razón que la amenaza de daños a cualquiera de estas naciones es potencialmente catastrófica… Como una de las agencias pioneras que participan en la recopilación de datos sísmicos y en la realización de investigaciones sobre amenazas sísmicas en la región, nuestro centro está listo para respaldar plenamente la aplicación de esta hoja de ruta”.
Asimismo, el Mr. Fritz Deshommes, Rector de la Universidad Estatal de Haití, destacó las funciones y responsabilidades de los grupos interesados para poder dar mayor importancia a las investigaciones científicas como base para el proceso de toma de decisiones. Al respecto, el funcionario explicó que “la Universidad, el Estado, las contrapartes técnicas y financieras y las entidades de la sociedad civil deben trabajar de forma simbiótica para tomar acciones eficaces para la reducción del riesgo sísmico en las zonas urbanas de la región del Caribe”.
Un aspecto fundamental para lograr el progreso en la región será la amplia promoción de la hoja de ruta. Para poder avanzar, será necesario coordinar esfuerzos a todo nivel, a fin de velar por el uso más óptimo posible de los recursos tanto humanos como financieros. Tal como se señala en la hoja de ruta, hay acciones que pueden fomentarse dentro de los propios programas de las contrapartes técnicas. Asimismo, el apoyo de las contrapartes del desarrollo será esencial para esta región. Agencias tales como la Asociación de Estados Caribeños, la Universidad Estatal Autónoma de Haití, el Laboratorio Nacional de Construcción y Obras Públicas y el Sistema de Gestión de Desastres de este país también han mencionado algunas funciones que sus respectivas instituciones podrían asumir para aplicar la hoja de ruta.
CDEMA y el Centro de Investigación Sísmica de la Universidad de las Indias Occidentales contribuyeron con insumos considerables y orientación, tanto en la etapa preparatoria como en la fase de finalización. Por su parte, el gobierno de Haití, el Sistema Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres y la Dirección de Protección Civil (DPC/ SNGRD), el Servicio Marino y de Navegación de Haití (SEMANAH), el Laboratorio Nacional de Construcción y Obras Públicas de Haití (LNBTP), la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Haití, L'Alliance pour la Gestion des Risques et la Continuité des Activités (AGERCA), Cooperazione Internazionale (COOPI) y el Banco Mundial (WB) ofrecieron su apoyo al Foro Regional.
La hoja de ruta regional para la gestión del riesgo sísmico en el Caribe recibió el apoyo financiero del Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO), bajo el Plan de Acción de DIPECHO 2015-2016 para el Caribe. La Cooperación Suiza y la Oficina de los Estados Unidos de Asistencia para Desastres en el Extranjero (USAID/OFDA) también ofrecieron su valioso apoyo.
Enlaces relacionados:
Hoja de ruta regional para la gestión del riesgo sísmico urbano en el Caribe