Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres
Las Américas   

Revista EIRD Informa - América Latina y el Caribe
Número:13 -2006 -12/2006 - 11-/2005 - 10/2005 - 9/2004 - 8/2003 - 7/2003 - 6/2002 - 5/2002 - 4/2001- 3/2001 - 2/2000 - 1/2000

 

Editorial

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Por Denis Benn1 ,
Director a.i. de la Secretaría para la Estrategia Internacional
para la Reducción de Desastres (EIRD)

Me complace utilizar este medio para que nuestros lectores le presten atención a los retos que se han presentado debido al significativo aumento en la incidencia de los desastres en años recientes. El impacto de los terremotos, huracanes, inundaciones, incendios forestales y erupciones volcánicas que han ocurrido en muchas partes del mundo, incluyendo la región latinoamericana y del Caribe; se ha traducido en una gran pérdida de vidas humanas y en la destrucción de infraestructuras económicas y sociales. Los efectos hidrológicos y meteorológicos de los reiterados episodios de El Niño y La Niña nos amenaza con mayores problemas en el futuro. En efecto, la creciente intensidad y severidad de estos desastres representa una seria amenaza para el planeta y, por lo tanto, la comunidad internacional necesita abordarlos con un sentido cada vez de mayor urgencia.

Si bien es cierto que no se pueden evitar los desastres por completo, las acciones humanas han contribuido significativamente a la vulnerabilidad de los países. El creciente aumento de la población, los cambiantes patrones demográficos, y el incremento y difusión de la pobreza han obligado a un gran número de personas a vivir en entornos geográficos inestables, lo que ha aumentado su vulnerabilidad frente a los riesgos naturales y los consiguientes desastres ambientales y ecológicos.

Fue precisamente el reconocimiento de estos problemas lo que llevó a la comunidad internacional a lanzar el Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (1990-1999), el cual sirvió para incrementar la conciencia sobre la importancia de la reducción de estos desastres. La experiencia del Decenio contribuyó a lograr un significativo giro conceptual, pasando del énfasis dado a la respuesta frente a un desastre a la reducción de ellos. Este giro estuvo influenciado por el reconocimiento brindado al hecho de que la vulnerabilidad ante los riesgos no solamente aumenta debido a las acciones del hombre, sino que la creatividad humana y la aplicación de la ciencia y la tecnología pueden jugar un papel primordial en la reducción de desastres. Esto se basa, por ejemplo, en las modernas técnicas para pronosticar el tiempo, las cuales pueden servir como base para el desarrollo de sistemas de alerta temprana.

Posterior a la conclusión de la Década, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió establecer un Grupo Especial de Trabajo Interagencial y una Secretaría Interagencial como dos de los principales instrumentos para promover los objetivos de la EIRD, la cual está basada en la Estrategia y Plan de Acción de Yokohama (1994) y en la Estrategia para un Mundo más Seguro en el Siglo XXI: Reducción de Desastres y Riesgos, adoptada durante el Foro del Programa del DIRDN, celebrado en julio de 1999.

A la fecha, este Grupo Especial de Trabajo (Task Force) ha celebrado dos reuniones (en abril y en octubre del 2000), en las cuales ha tomado decisiones importantes sobre las formas en que se deben promover los objetivos de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres. Por su parte, la Secretaría, que sirve, inter alia, como el punto focal dentro del Sistema de las Naciones Unidas para coordinar estrategias y programas para la reducción de desastres naturales, también asegura la sinergia existente entre las estrategias para la reducción de desastres y aquellas presentes en los campos socioeconómico y humanitario. La Secretaría, asi mismo ha estado involucrada en la formulación de un Programa de Acción que busca elaborar los elementos conceptuales de la Estrategia, y ha iniciado el proceso de formulación de un Plan Estratégico para el año 2001, diseñando las actividades que la Secretaría debe desarrollar para fomentar los objetivos de la Estrategia. Además de reforzar sus vínculos con las Plataformas Nacionales para la implementación de este, uno de los temas que la Secretaría abordará es la necesidad de extender su alcance a otras regiones, basada en la experiencia latinoamericana y caribeña.

Deseo utilizar esta oportunidad para elogiar a la Oficina de la EIRD en América Latina y el Caribe, que ha trabajado muy de cerca con la OPS/OMS, por su contribución a incrementar la conciencia en relación con los desastres dentro de la región. También, me complace que se me haya solicitido transmitir este mensaje a través de esta publicación, la cual efectivamente ha servido como instrumento clave para la promoción de esta conciencia e intercambio.

Por tanto, comprometámonos con nosotros mismos a alcanzar el objetivo de reducir las pérdidas humanas, económicas y sociales, a través de la creación de sociedades resistentes a los desastres y mediante la propagación de este mensaje de reducción de las catástrofes.



1 Denis Martin Benn es el Director a.i. de la Secretaría para la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres en Ginebra, Suiza. El Dr. Benn es profesor de la Cátedra Michael Manley de Relaciones Públicas y Políticas Públicas de la Universidad de las Indias Occidentales en Jamaica. Después de haber encabezado el Departamento de Economía del Ministerio de Relaciones Exteriores de su país, Guyana, el Dr. Benn se unió al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Dentro del PNUD, se le asignó como Jefe de la División del Caribe en Nueva York, como Representante Residente en Jamaica y como Director Interino de la oficina del PNUD en Somalia. El último cargo del Dr. Benn dentro del PNUD fue como Director de la Unidad Especial para Cooperación Técnica entre los países en desarrollo. El Dr. Benn también es autor de varios libros y numerosos artículos sobre ajuste estructural, globalización, cooperación sur-sur, políticas de desarrollo internacional y el papel de la cooperación técnica en el proceso de desarrollo.


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