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Internacional para la Reducción de Desastres América Latina y el Caribe |
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Reducción
del los riesgos sísmicos urbanos en lo países en desarrollo:
el enfoque del proyecto RADIUS Los riesgos sísmicos urbanos están incrementando de manera constante mundial mundialmente, especialmente en los países en desarrollo. Entre las diversas causas de este aumento se encuentran el proceso de urbanización que se está efectuando en todo el mundo, la carencia tanto de planificación como de recursos en las ciudades para adaptarse a este rápido crecimiento urbano, la falta de edificios apropiados y de códigos para la apropiada utilización de la tierra, o la carencia de mecanismos para hacerlos cumplir, y, más importante aún, la falta de conciencia por parte de las comunidades y de sus líderes. Esta falta de concienciación no ha permitido que los miembros e instituciones de estas comunidades participen o apoyen las iniciativas para el manejo de riesgos. En la mayoría de los casos, debido a esta falta de conciencia y de información, los miembros de la sociedad en realidad aumentan estos riesgos al tomar decisiones no informadas. Se requiere de iniciativas multidis-ciplinarias que tomen en consideración de manera apropiada los aspectos tan complejos en el plano social, político y económico de la sociedad, con el objeto de reducir efectivamente el riesgo asociado a los desastres naturales. Desafortuna-damente, la gran mayoría de las actividades relacionadas con los riesgos en la mayor parte de las comunidades del mundo se han concetrado en la evaluación del riesgo (en muchos casos, solamente del peligro), aspecto del que los técnicos se han encargado. La mayoría de los esfuerzos y recursos se han utilizado en estudios para producir informes, mapas, documentos y conferencias que la comunidad no ha utilizado. En realidad, muy pocas acciones han resultado de esos estudios, y casi no se ha logrado progreso alguno en la incorporación de la comunidad en los procesos orientados a la reducción de desastres. Existe una general y errada percepción de que los terremotos (y otros desastres naturales) son problemas técnicos de los que la gente técnica debe encargarse. Realmente, los efectos de los desastres naturales en una comunidad reflejan de manera más precisa los problemas sociales, políticos y económicos de esa comunidad, en vez del nivel de conocimiento técnico de sus científicos. Existen dos elementos que se requieren para lograr la reducción efectiva de los riesgos dentro de una comunidad. El primer requisito es que toda la comunidad tome parte del problema. Todos los miembros de la comunidad tienen que reconocer que el riesgo existente es su problema y, por lo tanto, es su responsabilidad el resolverlo. No es responsabilidad ni de las organizaciones internacionales ni de solamente uno de los sectores de la sociedad (el Gobierno o los técnicos, por ejemplo). Los desastres afectan a todos y por tanto es deber de todos apoyar y participar en las iniciativas que incrementan la preparación de la comunidad frente a estos desastres. El segundo requisito es que la comunidad desarrolle su capacidad para manejar los riesgos. Para ello, deben existir marcos técnicos, institucionales, políticos, jurídicos y financieros que permitan la implementación efectiva y coordinada de acciones aisladas e inefectivas, al igual que evite la repetición innecesaria de esfuerzos, se haga un buen uso de lo que ya se ha realizado y se utilice de manera más eficiente los escasos recursos disponibles para estas actividades. Con esto en consideración, la Secretaría del Decenio Internacional para la Reducción de Desastres Naturales (DIRDN) de las Naciones Unidas adoptó la metodología que GeoHazards Internacional desarrolló (GHI, http://ww.geohaz.org) para implementar el proyecto denominado RADIUS (que por sus siglas en inglés significa Herramientas para la Evaluación de los Riesgos para el Diagnóstico de las Areas Urbanas contra los Desastres Sísmicos). La actual Secretaría de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (EIRD) continuará dando seguimiento a esta iniciativa. En cercana colaboración y trabajando con los lugareños de nueve ciudades de diversas partes del mundo, el proyecto evaluó los riesgos sísmicos, elaboró planes para el manejo de riesgos basados en dichas evaluaciones y más importante aún, incrementó la conciencia dentro de la comunidad con respecto a los riesgos sísmicos y a ciertas medidas asequibles para reducirlos. Los miembros e instituciones de la sociedad participaron activamente a lo largo del proyecto y se dedicaron esfuerzos para crear las condiciones que permitan el establecimiento de iniciativas a largo plazo para reducir el riesgo sísmico. El proyecto utilizó de la mejor forma posible la información existente y contó con el conocimiento, ideas y experiencia de los lugareños para asegurar que los productos y resultados reflejaran las condiciones locales. Se eligieron nueve ciudades para la implementación de los estudios de caso del proyecto RADIUS, las cuales fueron: Addis Ababa (Etiopía), Antofagasta (Chile), Bandung (Indonesia), Guayaquil (Ecuador), Izmir (Turquía), Skopje (Macedonia), Tashkent (Uzbekistán), Tijuana (México) y Zigong (China). Se diseñaron los estudios de caso del proyecto RADIUS con el objetivo específico de iniciar procesos de manejo de riesgos a largo plazo en las ciudades donde se implementó dicho proyecto. Para tal propósito, se asignaron tres tareas principales a los estudios de caso: 1) evaluar el riesgo sísmico de la ciudad y desarrollar una situación ficticia en la que se produce un terremoto, con el objeto de describir los efectos en la ciudad; 2) elaborar un plan de acción, describiendo aquellas actividadades que, si se llegaran a implementar, reducirían el riesgo sísmico de la ciudad y 3) establecer las condiciones que facilitarían la institucionalización de las actividades relacionadas con el manejo de riesgos en la ciudad. Con el objeto de producir resultados realistas e incrementar la conciencia dentro de la comunidad con respecto a los riesgos sísmicos, se aseguró la participación de diversos sectores de la sociedad a lo largo del proyecto. El programa de actividades incluyó reuniones durante el transcurso del proyecto en las que, en primera instancia, se informó a representantes claves de la comunidad sobre el progreso del proyecto y posteriormente, se les solicitó que brindaran su propios insumos para una retroalimentación. Adicionalmente, a través del trabajo realizado en coordinación con los medios locales de comunicación, el proyecto logró asegurar que se informara de manera constante al público en general sobre el progreso de las actividades del proyecto, al igual que de sus logros. Como una de las actividades más importantes para la institucionalización de las actividades del manejo de riesgos en las ciudades, el proyecto RADIUS promovió el establecimiento de una organización para coordinar las actividades relacionadas con el manejo de riesgos. En cada ciudad, se seleccionó una organización (o se creó una en el caso que no existiera una apropiada) para coordinar, supervisar y apoyar los esfuerzos destinados al manejo de riesgos. Ya se ha iniciado la implementación de los Planes de Acción que se elaboraron dentro de varias de las ciudades escogidas para desarrollar el proyecto RADIUS. En América Latina, por ejemplo, el Gobierno de Antofagasta, Chile, ha destinado un millón de dólares para reubicar seis escuelas, puesto que se encontró que estaban localizadas en áreas que presentaban potenciales riesgos con respecto a un tsunami. Además, tres pequeñas ciudades vecinas de Antofagasta han iniciado proyectos similares utilizando la metodología del proyecto RADIUS. En Guayaquil, Ecuador, la municipalidad creó la Unidad para el Manejo de Riesgos de la Ciudad, la cual, entre otras cosas, estará a cargo de la implementación del Plan que elaboró RADIUS. También se está elaborando un nuevo código de construcción para controlar la seguridad sísmica tanto de las edificaciones existentes como de las nuevas. En Tijuana, México, la municipalidad ha destinado fondos para la implementación de estudios en microzonas, cuyos resultados serán utilizados para la planificación de la ciudad. Adicionalmente, el sector industrial de Tijuana solicitó a la municipalidad su asistencia para evaluar su riesgo sísmico y ofreció apoyar financieramente los esfuerzos que se realicen para lograr la seguridad sísmica en las escuelas, a cambio de la asistencia de la municipalidad. El proyecto RADIUS demostró ser importante y efectivo por varias razones. Produjo resultados tangibles, tales como las situaciones ficticias donde se producían terremotos y los planes de acción que ya se han venido utilizando. RADIUS logró un significativo progreso en relación con la concienciación de la comunidad sobre riesgos sísmicos y con respecto a la incorporación de varios sectores de la sociedad en las actividades relacionadas con el manejo de riesgos. El proyecto ha logrado tener un impacto inmediato en las ciudades en las que se implementó y ya se están tomando acciones para reducir el riesgo sísmico. El objetivo último es establecer esfuerzos institucionalizados de largo plazo para el manejo de este tipo de riesgos. El proyecto RADIUS fue diseñado para ser la primera etapa en la consecución de este objetivo. La responsabilidad en relación con la continuación de estos esfuerzos recae en todos los miembros y líderes de cada una de estas nueve comunidades. El entusiasmo y compromiso con que el proyecto fue adoptado y los buenos resultados obtenidos parecen indicar que existe una probabilidad razonable que estos esfuerzos continúen en el futuro.
Para mayor información
sobre el proyecto RADIUS, Contacte a una de las siguientes personas: Dr. Carlos Villacís Sra. Etsuko
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