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A cinco años de la tragedia de Vargas (1999-2004): consideraciones sociales, políticas, culturales y económicas Juan Murria, Nota de actualización Desafortunadamente estos resientes fenómenos climáticos extremos (las fuertes lluvias que cayeron prácticamente en toda Venezuela entre el 7 y el 18 de febrero del 2005) - no tan dramáticos como los que ocasionaron la tragedia de Vargas, pero muy preocupantes no solo por los daños causados sino por sus implicaciones- no hacen sino confirmar lo que escribí sobre la tragedia de Vargas. A manera de preámbulo Yo fui uno de los cientos de miles de afectados por este desastre de origen hidrometeorológico que afectó gran parte del litoral Central... Vivía entonces en un apartamento del piso 13 de las residencias Costa Brava en la urbanización "Los Corales", una zona residencial de clase media alta y una de las zonas más afectadas del estado Vargas. En un artículo que escribí para EIRD Informa en el 2000, relaté las experiencias que me tocó vivir entre la noche del miércoles 15 de diciembre de 1999, cuando arreciaron las fuertes precipitaciones y el sábado 18 de diciembre, cuando finalmente fui rescatado por uno de los buques de la armada y pude llegar a casa de mi hija en Caracas a la una de la madrugada del domingo 19 de diciembre. Ahora, a más de cinco años de la tragedia que me tocó vivir, hilvano estos comentarios, basados en una conferencia que me correspondió dictar recientemente en la Universidad Central de Venezuela. Introducción Mucho se ha escrito y hablado en estos últimos cinco años sobre la tragedia de Vargas de diciembre de 1999 pero, hasta donde este autor conoce, - no existe un estudio integral sobre los aspectos sociales, políticos, culturales y económicos de dicho desastre. Sin pretender - ni muchísimo menos - cubrir esa carencia, este artículo analizará los aspectos que hemos dado en llamar "no técnicos" de la tragedia de Vargas y los contrastará con los mismos aspectos de los desastres hidrometeorológicos de similar índole que han ocurrido recientemente en el mundo, tratando de demostrar con esta comparación que el desastre de Vargas no difiere conceptualmente de lo ocurrido en otros desastres de índole similar. El artículo pretenderá analizar de forma resumida los aspectos sociales, políticos, culturales y económicos en las diversas etapas de un desastre: prevención y mitigación; búsqueda y rescate; evacuación; recuperación y reconstrucción. Similitudes con otros desastres Desde el punto de vista de la gestión del riesgo de desastres, en la tragedia de Vargas no sucedió conceptualmente nada que no haya sido reportado, total o parcialmente, en otros desastres similares (Three Mile Island, 1979; Bhopal 1984; México, 1985; Chernobyl, 1996; La Josefina, Ecuador, 1993; Kobe, 1995). Encontramos, obviamente, diferencias cuantitativas y locales en ciertos aspectos pero, conceptualmente, nada nuevo. En este desastre se confirmaron muchos de los mitos que se han generado sobre el comportamiento de la población en situaciones de desastre, como veremos a continuación. |
Desde el punto de vista de la población � Ausencia de pánico en la población afectada. � Emergencia de la solidaridad entre los afectados por el desastre � Amplias manifestaciónes de solidaridad de la población en todo el país, de empresas y organismos tanto nacionales como internacionales. � Confluencia excesiva de voluntarios con efectos contraproducentes (confusión, desorganización y problemas para las autoridades) � A pesar de lo reportado por los medios, pocos casos de pillaje y vandalismo Desde el punto de vista de las autoridades � Carencia de planes de contingencia para enfrentar situaciones da desastre � Consecuentemente, emergencia de una ad hodcracia para manejar la tragedia con predominio de representantes de la Fuerza Armada Nacional, en detrimento de los rganismos especializados como Defensa Civil, Cuerpos de Bomberos, grupos de rescate, voluntarios. � Utilización del desastre de Vargas para fines políticos proselitistas � Deficiente utilización de los recursos materiales y financieros provenientes de la ayuda tanto nacional como internacional. � Serias contradicciones en la información dada por los diversos organismos - oficiales y no oficiales - sobre el número de víctimas, de damnificados y de afectados. � Deficiencias en la reubicación de los damnificados, algunas de las cuales todavía persisten, cinco años después. � Fallas en el manejo de la información por parte de los medios de comunicación social.
Evaluación de las diferentes fases del desastre de Vargas � Prevención y mitigación - Inexistente, ausencia de planes de contingencia y construcción en terrenos inadecuados. Búsqueda, rescate y evacuación - Aceptable, dentro de las circunstancias (Ad hocracia) Manejo de los refugios - Deficiente, falta de planificación, inexperiencia y confusión Reubicación de damnificados - Imperó la improvisación y la falta de conocimiento Rehabilitación post evento. - Deficiente, desorganización y falta de gerencia.Reconstrucción - Deficiente, a cinco años de la tragedia persisten muchos de los problemas iniciales.
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En general el desastre de Vargas tiende a confirmar en sus aspectos no técnicos las características que los especialistas en investigación de desastres han detectado en este tipo de eventos en el ámbito mundial. En la tragedia de Vargas se evidenciaron, en mayor o menor grado, casi todas las experiencias registradas en desastres similares. Recomendaciones A cinco años de la tragedia de Vargas - y más allá de los trabajos de infraestructura orientados a evitar o al menos minimizar los efectos de futuros eventos meteorológicos - sigue siendo necesaria la implementación de un verdadero plan de recuperación para el litoral central. � Es indispensable regular adecuada y efectivamente el uso de la tierra a través de la definición de zonas de alto riesgo mediante una adecuada evaluación integral del riesgo de desastres. � La preparación de planes adecuados para enfrentar los desastres sigue siendo una necesidad ineludible, prioritaria y urgente. |
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