Entrenamiento de los Centros de Operaciones de Emergencia, un programa multimedia para simulación de erupciones volcánicas

En los últimos meses la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) ha estado ejecutando, en colaboración con un gran número de organizaciones y expertos de Colombia y Ecuador, un conjunto de actividades sobre preparativos de salud para emergencias volcánicas, en el marco de un proyecto DIPECHO financiado por el Departamento Huma-nitario de la Comisión Europea. Como parte de ese trabajo se creó un nuevo material de capacitación para desarrollar simulaciones: un software multimedia para ejercicios de entrenamiento y evaluación con representantes de los Centros de Operaciones de Emergencia (COE) del sector Salud.

Una simulación nunca será exitosa si no cuenta con un buen guión. Ésta es la base conceptual, en la que se ordenan las ideas fundamentales que irán “guiando” el desarrollo del futuro multimedia. El guión ofrece el escenario y sus respectivas claves para “escenificar” el juego de los participantes.

La primera etapa de este trabajo fue la construcción minuciosa del guión por parte de expertos en volcanes y en salud. Luego fue revisado y validado en varias reuniones técnicas en ambos países. Por último, se diseñó y desarrolló el software por medio de un equipo de programadores, diseñadores gráficos y expertos en comunicación.

Las simulaciones siempre han sido poderosos instrumentos de aprendizaje, porque permiten a los “alumnos” enfrentarse a situaciones en las que tienen que resolver problemas e implicarse de forma práctica. Frente a los modelos tradicionales de simulación, este software multimedia tiene ventajas que potencian sus posibilidades como material de capacitación. Las computadoras, la interfase y sus elementos multimedia (con imágenes de vídeo, archivos de radio, fotos, informes escritos y documentos de apoyo) generan una profunda inmersión en el escenario y facilitan la motivación, gracias a su carácter participativo e interactivo.

Sin exponerse a los riesgos de una situación real, los participantes tienen que manejar e interpretar un gran volumen de información, medir las consecuencias de sus propias decisiones, negociar y argumentar. Ellos deben enfrentarse a múltiples incertidumbres que surgen de la incompleta comprensión de la situación y de las acciones de sus colegas y de otras entidades que participan en el ejercicio. Durante el proceso, deben poner a prueba sus conocimientos técnicos y habilidades de comunicación y negociación. Una exigencia que corresponde ser resaltada: el software tiene que ser instalado en una red local con nueve computadoras, destinadas exclusivamente para este propósito.

Durante las seis o siete horas que dura el ejercicio, los participantes se ven desbordados por una gran cantidad de información, a veces confusa y desordenada, con la que tienen que ir tomando decisiones para paliar las conse-cuencias que la emergencia provocada por el volcán Altamira está causando en las localidades de San Pablo, Samana y Santa Cruz, en la provincia de Villaluz. Desde el punto de vista de los preparativos para desastres, el trabajo con el escenario planteado permite:

• Aprender sobre el comportamiento de los volcanes, las características de la amenaza que representan (lahares, flujos piroclásticos, cenizas, gases, etc.) y sus efectos en la salud.
• Percibir la complejidad de las decisiones que debe tomar un COE-Salud, la importancia de la coordinación y la comunicación previa, intra e intersectorial.

El ejercicio promueve la formación de COE-Salud como instrumentos clave para la preparación y coordinación en el manejo de los desastres. Igualmente, los jugadores “viven” la importancia de formar y mantener actualizada una sala de situación que sirva como soporte informativo y analítico para la toma de decisiones de los miembros de un COE. El guión y las actividades que se realizan permiten tratar temas prioritarios para la respuesta: los servicios de salud, el saneamiento y la salud ambiental; la atención de víctimas, la logística y la ayuda externa; la comunicación; la salud mental; el manejo de albergues; entre otros.

El taller finaliza con una evaluación conjunta de todos los participantes: evaluadores, observadores y los propios integrantes. La mayoría de las cincuenta personas que intervinieron en los dos talleres realizados en Colombia y Ecuador mencionaron que su participación fue una experiencia de aprendizaje intensivo y provechoso, y que la simulación les ayudó a evaluar sus conocimientos técnicos, sus habilidades para la toma de decisiones y el trabajo en equipo, en situaciones de tensión e incertidumbre. Igualmente, evaluaron el guión, el software y la metodología utilizada, aspectos que están siendo sistematizados y estudiados con el fin de realizar ajustes y cambios para una segunda versión, que fue aplicada en Centroamérica en el cuarto trimestre del año 2005.

Por el momento, el retorno recibido ha sido muy satisfactorio y esperamos mejorarlo en los próximos meses.

Para mayor información contactar a:
Ricardo Pérez, rperez@ecu.ops-oms.org
Á rea de Preparativos para Desastres, OPS/OMS