Las
Sequías: Desastres Considerados Como Pequeños
pero Grandes en su Importancia
Por Romeo Bernal
Proyecto Iniciativa Centroamericana de Mitigación (CAMI)
Introducción
En
El Salvador, las sequías se han presentado con mucha más
frecuencia en la última década, pero su récord data
desde 1926. En la actualidad, el mayor impacto es sobre el sector energético
y el productivo, afectando principalmente a los pequeños productores
que se encuentran en situación de extrema pobreza.
En 1997 y 2000, se
reportan los daños más grandes; para este año 2001,
por los medios de comunicación, el Ministerio de Agricultura y
Ganadería (MAG) ha dado a conocer las estrategias a seguir para
atender los efectos de la sequía que se está suscitando
en varias zonas del país. Instituciones como la Confederación
de Federaciones de la Reforma Agraria (CONFRAS), la Cámara Agropecuaria
(CAMAGRO), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación
y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) están
pendientes de lo que pueda suceder al respecto, aunque por el momento
el Gobierno, por medio del Órgano Ejecutivo, sólo decretó
el estado de alerta amarilla. Sin embargo, el Órgano Legislativo
decretó el Estado de Emergencia Nacional a partir del diez de agosto
del 2001.
Los efectos de la
sequía, sin lugar a dudas, serán más duros sobre
la población de extrema pobreza, principalmente en aquellas que
no han podido fortalecer sus capacidades productivas por los efectos de
los terremotos.
Ante esta situación,
el profundizar para conocer más sobre el impacto de las sequías
se hace imperante no solo desde el enfoque del manejo de los efectos,
sino más bien en el desarrollo de un Plan de Gestión del
Riesgo de las Sequías, es decir, definir estrategias de prevención,
mitigación y manejo del desastre. Esta recopilación de información
tiene como propósito proporcionar más información
sobre el tema.
Generalidades.
Las sequías, de todos los desastres causados por fenómenos
naturales, son las que tienen mayor impacto económico y pueden
afectar al mayor número de personas. Los terremotos y ciclones
pueden tener una gran intensidad física pero son de duración
corta y su impacto geográfico es limitado. El número de
muertes ocasionadas por dichos desastres puede ser muy alto si resultan
afectadas áreas densamente pobladas. En contraste, las sequías
afectan grandes extensiones geográficas, llegando a cubrir países
enteros o regiones de continentes, y pueden durar varios meses o, en algunos
casos, hasta varios años. Invariablemente, tienen un impacto directo
y significativo sobre la producción alimenticia y la economía
en general.
Tradicionalmente,
la sequía, y en general los desastres ocasionados por fenómenos
naturales, no han sido considerados como dignos de atención especial
para los formuladores de las políticas gubernamentales de desarrollo.
Los efectos negativos de la sequía son atendidos mayormente a través
de medidas de contingencia, tales como el control de precios y la importación
de granos básicos, lo cual parece sugerir que sus efectos son de
tipo coyuntural y, por ende, no son un elemento a considerar para la elaboración
de los planes de desarrollo.
Inclusive los estudios
que tratan sobre la problemática de la economía campesina
o de la estabilidad macroeconómica subestiman la importancia de
las pérdidas por sequía dentro de la dinámica de
subsistencia del sector campesino, al centrar su atención principalmente
en aspectos como la deficiente asistencia técnica, la poca asistencia
crediticia, los bajos precios, la asistencia alimentaria, la capacidad
o incapacidad de importación de alimentos, entre otros.
En las últimas
décadas, se ha registrado un mayor ritmo de deterioro de los recursos
naturales, lo cual, a su vez, ha creado las condiciones para un incremento
de la vulnerabilidad de la población ante fenómenos naturales
como sequías e inundaciones. El deterioro de los recursos naturales
y del medio ambiente presenta dimensiones e implicaciones mundiales.
Una de las resultantes
es el llamado fenómeno de El Niño, al cual se
le atribuyen desastres de diferente índole tales como inundaciones,
sequías, deslizamientos, derrumbes, incendios forestales, etc.
Este fenómeno, a su vez, es resultante de la eliminación
de la capa de ozono por emisión de gases conteniendo dióxido
de carbono (CO2), lo que provoca una mayor radiación solar y el
calentamiento de las aguas del Pacífico sur, generando diferentes
fenómenos meteorológicos, climáticos y oceánicos.
Así, buena
parte de los desastres serían el resultado del deterioro ambiental
global propio de la vida moderna, caracterizada por la emisión
de gases de efecto invernadero. Es ello lo que explica la creciente frecuencia
e intensidad adquirida en los últimos años por el fenómeno
El Niño» y, consecuentemente, de las inundaciones,
sequías, incendios forestales, avalanchas y otros. Al final de
cuentas, se trataría de un fenómeno con un fuerte origen
humano.
Definición
de sequía
Una definición operativa de sequía puede ser una reducción
temporal notable del agua y la humedad disponibles, por debajo de la cantidad
normal o esperada para un período dado.
Los componentes esenciales
de tal definición son los siguientes:
1. Que la reducción
sea temporal (si la reducción fuese permanente, «seco»
o «árido» serían términos más
adecuados).
2. Que la reducción sea significativa
3. Que la reducción se defina con respecto a una «norma»
4. Que el período empleado como base para la «norma»
esté especificado.
La manera de definir
la «norma» es de suma importancia. Los componentes 3 y 4,
por lo tanto, requieren una explicación más detallada.
La «norma»
puede definirse de alguna de las dos siguientes maneras:
- Técnicamente:
por ejemplo, podría declararse una sequía si la disponibilidad
de agua cae por debajo del 80% del promedio de disponibilidad de los
últimos 20 años. Sin embargo, dada la fluctuación
natural en las condiciones climáticas, el período escogido
de base para el cálculo del promedio puede ser muy engañoso.
- Culturalmente:
basado en el nivel de disponibilidad de agua que la sociedad considera
que sea la «norma». Todas las sociedades tienden a estabilizar
sus sistemas socioeconómicos de acuerdo con su percepción
de lo que es una precipitación pluvial normal, y a dicha percepción
se le da mayor importancia a lo que se ha observado recientemente. De
esta manera, después de diez años consecutivos en lo que
ha llovido más de lo normal, la sociedad se acostumbra a ese
nivel de precipitación y entonces consideran que hay sequía
cuando el primer año tiene lluvias normales.
1.
Tipos de Sequía: Hay tres tipos de sequías:
- Meteorológica:
involucra una reducción en la precipitación en algún
período (día, mes, temporada, año) por debajo de
una cantidad determinada, normalmente definida como alguna proporción
del promedio a largo plazo para un período de tiempo específico.
Su definición sólo comprende datos de precipitación.
Hay que tener cuidado al usar y agregar datos de precipitación.
- Hidrológica:
se refiere a una reducción en los recursos acuáticos (flujo
en ríos, nivel de lagos, agua subterránea, mantos acuíferos)
por debajo de un nivel determinado para un período dado de tiempo.
Su definición sólo incorpora datos de disponibilidad y
tasas de consumo basadas en el suministro normal del sistema (uso doméstico,
industrial y agrícola)
- Agrícola:
es el impacto que las sequías meteorológicas e hidrológicas
tienen sobre esta esfera particular de la actividad humana. Los cultivos
requieren condiciones muy particulares de temperatura, humedad y nutrientes
durante su crecimiento para alcanzar su desarrollo máximo. Si
la disponibilidad de humedad (o de cualquier otro factor) es inferior
al nivel óptimo requerido durante el desarrollo, entonces el
crecimiento será menor y la producción se reducirá.
2. Factores que
Afectan la Vulnerabilidad ante una Sequía Agrícola
- La proporción
de la producción que está irrigada.
- La capacidad de
retención de la humedad del suelo.
- Puntualidad de
las lluvias.
- Comportamiento
adaptativo de los campesinos.
- El no incorporar
prácticas amigables de conservación del suelo que contribuyan
a mejorar las condiciones de humedad del suelo.
- La falta de manejo
de cuencas y microcuenca.
- Los sistemas de
cultivos.
- La tala de árboles
para incrementar áreas de cultivo con granos básicos.
- Falta de asistencia
técnica oportuna y de alternativas preventivas para sequía,
educación y capacitación en el conocimiento de acciones
de prevención y mitigación de sequía.
- Falta de organización
para la producción o de la orientación de las fuerzas
organizativas para planificar el manejo de las parcelas agrícolas.
3. Efectos de las
Sequías
Entre los efectos típicos de la sequía agrícola están
los siguientes:
- Reducción
en los ingresos de los campesinos.
- Reducción
en las oportunidades de empleo de los trabajadores agrícolas.
- Reducción
generalizada de la demanda en toda la economía.
- Aumento en la
morosidad de pagos de préstamos en el sector rural (bancos centrales
y comerciales).
- Reducción
en los ingresos gubernamentales y en las ganancias de intercambio exterior
como resultado de la caída de las exportaciones agrícolas.
- Aumento de los
precios de los alimentos básicos.
- Aumento de la
tasa de inflación dentro de la economía.
La incapacidad de
ciertos sectores de la población para pagar los elevados precios
de los alimentos hace que:
- Prefieran alimentos
más baratos y que a veces no sean los preferidos,
- Reduzcan su consumo
general de alimentos,
- Pidan y acepten
préstamos para mantener su consumo de alimentos,
- Vendan sus bienes
para recaudar fondos,
- Aprovechen fuentes
alternativas de ingresos en su localidad,
- Migren a otra
parte en busca de empleo,
- Migren a donde
se distribuya auxilio alimenticio,
- Aumento en las
tensiones y la morbilidad debido a la migración,
- La reducción
en el consumo de alimentos deteriora el estado nutricional y reduce
la habilidad para resistir infecciones,
- El agotamiento
de las fuentes de agua reduce la calidad del agua, lo cual da origen
a la necesidad de desplazarse más lejos para encontrar agua y
posiblemente hasta obligue a migrar hacia mejores fuentes de agua, lo
cual aumenta los niveles de morbilidad,
- El agudizamiento
de la competencia por el acceso a las fuentes de agua puede llevar a
un incremento en la incidencia de disputas y conflictos locales,
- Los costos sociales
causados por la migración, como la disolución de las comunidades
y familias.
4. Soluciones
Las recomendaciones para la prevención y mitigación de la
sequía pueden dividirse en las relacionadas con medidas de carácter
macro, destinadas a afectar políticas gubernamentales, y las de
carácter micro, destinadas a alterar las condiciones ecológicas
y las prácticas agrícolas de las zonas afectadas, muchas
de las cuales deben ser desarrolladas necesariamente por el Gobierno,
pero que también pueden formar parte de las estrategias de agencias
internacionales de cooperación.
Medidas para Mitigar
los Efectos de la Sequía o para Dar Respuesta a la Emergencia Orientadas
a Mantener la Seguridad Alimenticia
- Estabilización
de precios
- Subsidios alimenticios
- Programas de creación
de empleos
- Distribución
generalizada de comida
- Programas de alimentación
suplementaria
- Programas especiales
para poblaciones pastorales y ganaderas
- Programas complementarios
de suministro de agua
- Programas complementarios
de salud.
5. Posibles Medidas
de Prevención y Mitigación
- Estrategias de
diversificación de la producción con variedades de cultivos
de mayor resistencia y mayor rentabilidad.
- Investigación
de técnicas de conservación de humedad o que contribuyan
a reducir el déficit hídrico resultante de la sequía.
- Promover la ejecución
de proyectos que contemplen implementar reservorios de agua, riego artesanal,
no quema del suelo, incorporación de rastrojos al suelo y otras
prácticas amigables con el recurso suelo.
- Educar sobre la
importancia del manejo de las fuentes de agua y de los árboles,
la protección de cuencas y microcuencas.
- Capacitar a las
organizaciones comunitarias sobre la importancia de los Planes de Desarrollo
de Gestión de Riesgos, para poder identificar causas específicas
de vulnerabilidades físicas, ecológicas y sociales, así
como también el manejo de los pronósticos del clima, con
el objeto de saber qué alternativas considerar ante la amenaza
de estos fenómenos.
Para mayor información:
Proyecto CAMI, CARE International
Tel. (504) 235-5055 Fax (504) 232-0913 ezuniga@hon.care.org
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