Estrategia
Internacional para la Reducción de Desastres América Latina y el Caribe |
Revista
EIRD Informa - América Latina y el Caribe |
Tema
especial: Areas Montañosas
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Una
experiencia de gestión de riesgo en zonas de montaña en
Argentina: Introducción La provincia de Mendoza, República Argentina, se ubica en un área pedemontaña de la Cordillera de Los Andes y presenta uno de los niveles de exposición más importantes del país a la problemática sísmica, por otra parte, constituye un escenario de importante fragilidad en lo referente a problemática aluvional y riesgo climático en la zona de montaña, particularmente heladas y nevadas. En este marco, el Proyecto ha constituido una de las primeras experiencias de la provincia, de dar sustento al proceso de desarrollo a partir de la Gestión de Riesgos, incorporando una propuesta para el Ordenamiento del área y del Corredor Andino a partir de la identificación de las condiciones de riesgo existentes. (Convenio Dirección Ordenamiento Ambiental y Desarrollo Urbano Gobierno de la Provincia- y CETEM- Centro Estrategias Territoriales para Mercosur de la Universidad de Cuyo) El Programa tiene por objeto identificar las situaciones de riesgo real y potencial derivadas tanto de la exposición a peligros naturales y antrópicos como de la estructura funcional de un área en la cual se encuentra el tramo montañoso del Corredor Bioceánico Central, que canaliza las cargas del Bloque Mercosur y viabiliza la salida de las mercaderías hacia los puertos del Pacífico y definir las estrategias de intervención más adecuadas para reducir el riesgo. En la actualidad, el funcionamiento del área presenta una situación característica, en la cual el Corredor, canal de integración política y económica, configura un sistema complejo, altamente vulnerable debido a su localización en una zona de montaña, integrado por los componentes viales, servicios generales, turísticos y especiales y nodos constituidos por las ciudades y las Villas Cordilleranas. En este sistema, la afectación de un componente tiene fuerte efecto multiplicador ya que se transfiere a la cadena de comercialización, pudiendo llegar a poner en riesgo al mismo proceso de integración del bloque en su conjunto. El Corredor Andino tiende a convertirse en un elemento dinamizador de una zona de montaña caracterizada por el estancamiento y por la baja densidad de uso, con escasa disponibilidad de servicios básicos y de algunos servicios al turismo, pero además, es un elemento que ha generado una demanda adicional para las Villas instaladas, consolidadas o en proceso de consolidación. Cabe destacar que a partir de la integración de Mendoza al Mercosur, el tránsito de camiones sobre el Corredor Andino - tramo cordillerano del Corredor Bioceánico Central en Argentina - se ha visto incrementado; entre 1991 y 1997 aumentó el paso de vehículos particulares y camiones de transporte de mercaderías, provocando en el mismo lapso más de diez situaciones de alto riesgo por año para la población del Gran Mendoza (900.000 habitantes) como consecuencia del volcado de sustancias tóxicas en las aguas del río Mendoza (único proveedor de agua para la ciudad y la zona rural de influencia) ocasionadas por accidentes de camiones que estuvieron originados por derrumbes de taludes, deslizamientos de laderas etc.
Con el objeto de poder realizar un análisis de vulnerabilidad que posibilitara identificar los niveles de riesgo existentes en el nivel del Corredor y de las Villas Cordilleranas, se analizaron las condiciones de peligro diferencial el que se calculó con el criterio de multiamenaza sobre la base de la consideración de la problemática geológica, hidrológica y climática entre otras y luego se profundizó en variables de funcionamiento, organización y gestión del área.
Para caracterizar el impacto potencial, estimar las pérdidas probables y jerarquizar las distintas problemáticas se enmarcó la problemática del riesgo del área en el contexto de un enfoque funcional, ya que el área de interés es parte de un sistema complejo en el cual las funciones de los componentes y su vulnerabilidad trascienden los aspectos netamente estructurales. Así uno de los primeros resultados obtenidos fue la caracterización de la vulnerabilidad de las Villas sobre la base de la función predominante; servicios estratégicos de frontera, servicios básicos, servicios al turismo etc. Para los efectos de poder estimar el potencial de pérdida se trabajó en la caracterización de funciones predominantes del corredor, entre las que se destacan las siguientes:
En estas condiciones, su afectación puede transferirse al proceso de integración o de comercialización. En este contexto, se estudiaron los patrones de asentamiento con el fin de identificar no sólo la forma en que se construye el riesgo en la actualidad, sino también cuáles son las tendencias que se observan a futuro. Así, se analizó cada una de las Villas y se caracterizaron los patrones existentes, lo cual constituyó una de las bases para articular el Plan de Ordenamiento y Gestión del Riesgo. Capacidad de readaptación: un indicador de la capacidad de gestión de riesgo Como un aspecto fundamental se evaluó la capacidad de readaptación que es la base para modificar los escenarios de riesgo. Se puso énfasis en los factores más significativos:
La posibilidad de gestión de riesgo: los actores Un aspecto fundamental que se tomó en cuenta para evaluar la posibilidad de reducción de vulnerabilidad fue el componente poblacional. En este sentido evaluaron sus condiciones de permanencia, tipo y nivel de formación, densidad, nivel de organización comunitaria, roles y funciones, etc. y se caracterizaron los tipos de actores y las problemáticas existentes (como condicionantes de niveles de vulnerabilidad no estructural) En este contexto, en el área de estudio surgen dos niveles fundamentales para la evaluación:
El ordenamiento territorial del conjunto del corredor andino y perilago Uno de los productos esperados era el Plan de Ordenamiento concebido como un instrumento para la gestión que posibilitará el manejo del área de interés. Se parte de la siguiente premisa:
En consecuencia, para diseñar las alternativas y estrategias de intervención debe incorporarse la variable riesgo como factor de ajuste, incluyendo además los factores que lo determinan: el peligro y la vulnerabilidad. Por otra parte, y atendiendo a la necesidad de generar un proceso de ordenamiento sostenible, es necesario de considerar la presencia del Corredor como:
En consecuencia, la función corredor es estratégica en el área de estudio y debe ser favorecida en el nivel del Ordenamiento del sector, de modo de reducir las condiciones de riesgo y garantizar la eficiencia mediante la adecuación de la oferta y la funcionalidad de las partes del sistema. Al incluir RIESGO y FUNCION CORREDOR como variables esenciales del ordenamiento del área, surge la siguiente reflexión: no se puede aislar el ordenamiento territorial de la gestión del riesgo, en consecuencia, el Plan de Prevención y Mitigación debe estar comprendido en el proceso de ordenamiento del área. Algunas consideraciones fundamentales de la propuesta de ordenamiento incorporando la gestión de riesgo En este esquema puede observarse que la gestión urbana incorpora la variable riesgo, se integra y tiene como resultado un territorio más seguro en consecuencia:
Así, el ordenamiento territorial y el plan de prevención y mitigación no son instrumentos aislados sino que forman parte de un proceso y se garantiza la eficiencia de ambos y la reducción de las condiciones de vulnerabilidad. El plan de mitigación en Potrerillos y Corredor Andino como instrumento para la reducción de la vulnerabilidad Una de las líneas previstas fue la aplicación de medidas no estructurales que garanticen la adaptación mencionada; y paralelamente, la aplicación de medidas estructurales técnicamente viables y económicamente factibles, orientadas a aumentar la resistencia a las amenazas. La propuesta consiste en favorecer el proceso de readaptación sobre la base de la REORGANIZACION DE FUNCIONES; apuntando particularmente a conseguir, mediante la incorporación de la variable riesgo un aumento de la seguridad, eficiencia y competitividad.
En este sentido se destacan los siguientes objetivos particulares: *Intervenir para mejorar la capacidad de respuesta de la comunidad, mejorar las condiciones estructurales de los componentes físicos y propender a la optimización funcional del área La primera estrategia tiende a mejorar la capacidad de la comunidad tanto para intervenir en la emergencia como para la gestión del territorio. En el segundo caso,
se plantea la necesidad de hacer un uso óptimo de las capacidades
instaladas y llegar a un aprovechamiento de la oferta del territorio que
facilite hacer efectivo el aumento de la seguridad. Por último,
la intención es producir una adecuación progresiva de las
condiciones estructurales para mejorar la infraestructura instalada y
reorientar las inversiones futuras. La propuesta de intervención se ha basado en un criterio de racionalidad de las acciones, oportunidad, aprovechamiento de los recursos, valoración de las condicionantes y las oportunidades del territorio, sobre todo considerando que se trata de un área de montaña que presenta condiciones de peligro diferencial. Los resultados alcanzados La importancia del Proyecto radica en haber generado un instrumento integrado por Mapas de Peligro, Planes de intervención y Prioridades para la aplicación de las medidas. La dificultad encontrada en el proceso ha derivado particularmente de la institucionalización del proyecto debido a otra forma de vulnerabilidad que es la vulnerabilidad sociopolítica. |
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