Por UNDRR
GINEBRA, 18 de marzo de 2020. El día de hoy se dio a conocer una iniciativa de la ONU para mejorar la presentación de informes sobre las pérdidas que ocasionan los desastres —que envían los Estados miembros de las Naciones Unidas—, para conmemorar el quinto aniversario del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, el cual se adoptó durante una conferencia mundial organizada por la ONU, realizada el 18 de marzo de 2015 en Sendai, Japón.
Este es el marco más amplio e integral que han adoptado los Estados miembros de la ONU para reducir las pérdidas que ocasionan los desastres. El Marco de Sendai se aplica tanto a las amenazas naturales como a las que ocasionan los seres humanos, incluidas las de índole tecnológica, ambiental y biológica, tal como la pandemia ocasionada por el virus COVID-19.
Hace dos años, se estableció el Monitor del Marco de Sendai para permitir que los países generaran y presentaran informes de forma sistemática sobre las pérdidas ocasionadas por los desastres, incluidos aspectos tales como mortalidad, número de personas que resultan afectadas, pérdidas económicas y daños a infraestructuras críticas.
En 2018, 82 países, cuya población asciende a unos 4.000 millones de personas —incluidos 16 países adelantados y 17 países en desarrollo sin litoral—notificaron la muerte de 22.000 personas y la desaparición de 1.900 más, como consecuencia de desastres ocasionados por el ser humano o por amenazas naturales.
En ese mismo año, 72 países, cuya población total es de aproximadamente 3.700 millones de habitantes, notificaron que 741.000 personas resultaron heridas o enfermas en más del 80 por ciento de África. Los hogares de unos 7,8 millones de personas (el 69% en Asia y el Pacífico) resultaron dañados, mientras que los medios de vida de casi 25 millones (el 74% en Asia y el Pacífico) resultaron dañados o destruidos. Una muestra de 63 países que notificaron sus pérdidas económicas directas para 2018 registraron pérdidas por la cantidad de $13.000 millones en el sector agrícola, de una suma total de $17.500 millones en pérdidas económicas directas.
Entre estos hubo 28 países menos adelantados o países en desarrollo sin litoral y pequeños Estados insulares en desarrollo, los cuales notificaron que la agricultura ha experimentado las mayores pérdidas, a lo cual le siguen los daños ocasionados a infraestructuras físicas y viviendas. Si bien estas pérdidas no coincidieron con las de Europa en términos del valor económico absoluto, sí fueron considerables como porcentaje de su PIB y debilitaron los esfuerzos dirigidos a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluida la erradicación de la pobreza.
Esta información se extrajo del informe en línea titulado Monitoring the Implementation of Sendai Framework for Disaster Risk Reduction 2015-2030: A Snapshot of Reporting for 2018, que publicó el día de hoy la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, para conmemorar el quinto aniversario de la adopción del Marco de Sendai.
El Marco de Sendai incluye cuatro metas, las cuales se centran en los aspectos siguientes: reducción de la mortalidad que producen los desastres en el ámbito mundial, reducción del número de personas afectadas por los desastres, y reducción de las pérdidas económicas y los daños a infraestructuras críticas, todo lo cual se lograría para 2030.
El Marco de Sendai también busca aumentar el número de estrategias nacionales y locales para la reducción del riesgo de desastres para finales de 2020, contar con una cooperación internacional más sólida con los países en desarrollo y un mayor acceso del público a los sistemas de alerta de temprana para amenazas múltiples, así como a información sobre el riesgo de desastres. Desde 2018, 104 países ya han comenzado a notificar información sobre al menos una de las siete metas del Marco de Sendai.
El día de hoy, la Sra. Mami Mizutori, Representante Especial del Secretario General para la Reducción del Riesgo de Desastres, se refirió a la siguiente: "Todavía nos hace falta un largo camino por recorrer para ofrecer una reseña exhaustiva sobre las pérdidas que ocasionan los desastres, la cual es necesaria para orientar las inversiones y las acciones a tomar en torno al riesgo climático y de desastres, pero esta representa una buena visión general e inicial sobre dónde nos encontramos. La pandemia del virus COVID-19 destaca por qué es importante notificar las pérdidas que ocasionan los desastres, ya que los datos recopilados ayudan a mejorar tanto la respuesta como la preparación ante acontecimientos futuros.
"Estas cantidades establecen referencias para los países que presentan sus informes, en tanto iniciamos una década en la que se tomarán acciones para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y reducir considerablemente las pérdidas que ocasionan los desastres. Esto también significa reducir el impacto que generan los desastres en los esfuerzos dirigidos a erradicar la pobreza y el hambre, ofrecer educación y salud para todos, y reducir la cantidad de personas desplazadas como consecuencia de los desastres.
"Resulta alentador observar a tantos países de ingresos bajos y medios que están notificando sus pérdidas económicas, ya que, con anterioridad, esta ha sido una de las áreas que no ha contado con suficientes registros, pues por lo general se ha centrado la atención en los principales eventos devastadores que producen una gran cantidad de pérdidas de vidas, mientras se subestiman las inundaciones y las tormentas que ocurren con frecuencia y que generan un efecto acumulativo considerable.
"El reto de reducir el riesgo de desastres se ha profundizado debido a las emergencias climáticas. Oficialmente, los últimos cinco años han sido los más calurosos y actualmente los fenómenos meteorológicos extremos equivalen aproximadamente al 80% de las pérdidas económicas que se conocen. Será esencial adquirir una mejor comprensión sobre dónde están ocurriendo estas pérdidas, a fin de guiar acciones eficaces sobre el clima y el riesgo de desastres.
"Me alienta saber que 80 países han informado que cuentan con una estrategia nacional para la reducción del riesgo de desastres y en muchos casos estas se han alineado con las metas del Marco de Sendai. Muchos países también están informando que se están implementando estas estrategias de una forma que es coherente con otros marcos mundiales, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París".