Foto: © J. J. Trelles
Una gestión efectiva para la protección del patrimonio construido no es posible si no se incorporan los elementos del Estudio de Riesgo de Desastres entre las múltiples investigaciones y estudios que se realizan.
El Estudio puede hacerse para el nuevo diseño de una obra o conjunto de ellas, o también durante cualquiera de las acciones de reparación, conservación o restauración, de manera que las medidas de reducción de los riesgos de desastres probables queden contempladas en el proyecto.
El problema original radica en la ubicación en zona de riesgo. Sin embargo, cuando del patrimonio cultural se trata, se tiende a no modificar la ubicación original de una ciudad u obra de valor aunque esté en zona de riesgo y aun cuando las posibilidades económicas y la tecnología lo permitan. En estos contextos, es fundamental el papel de la reducción de los riesgos de desastres a través de medidas de protección a escala urbana y a escala arquitectónica. Y como complemento a esto, habrá que contar con el Plan de Reducción de Desastres del territorio y del edificio en cuestión con el fin de reducir aquellos efectos de los peligros probables que no son asumidos por las condicionales de diseño o de las acciones para la conservación y restauración.
El análisis de la ubicación comienza con el estudio de los peligros de desastres probables, ya sean de origen natural, tecnológico, o sanitario en el área geográfica de actuación, contemplando para cada uno de ellos:
Según las Guías para los Estudios de Riesgo de Desastres
El estudio de los peligros como primer paso del estudio del riesgo de desastres debe dejar el camino abierto al desarrollo del resto de la investigación; es decir, no sólo se está hablando de los probables efectos destructivos de las diferentes categorías de cada uno de los desastres y su área de actuación: es preciso definir el escenario y características geográficas del medio físico natural o construido que harán más o menos desbastador el desastre en cuestión. Y éste es un análisis multidisciplinario que requiere la dirección de especialistas en gestión para la reducción de los riesgos de desastres.
El estudio de la vulnerabilidad, tanto a escala urbana como arquitectónica, se puede realizar en cualquiera de las etapas del proyecto; las medidas de protección contra desastres desde las ideas conceptuales hasta la desactivación de la obra.
En Cuba, cuando de obras o urbanizaciones se trata, se ha optado por la conservación a toda costa de los sitios originales de ubicación, interviniendo en cada ciudad u obra de interés con el mínimo de demoliciones.
Justamente por este motivo, se hace necesario que el estudio de las vulnerabilidades se realice sobre la base de todo lo existente y analizando las múltiples variantes de niveles de afectación que pueden presentarse:
Tanto en la escala urbana como arquitectónica, se analizan los elementos estructurales, no estructurales y funcionales, como puede verse en la Guía mencionada.
Se realizará análisis de la capacidad resistiva de las edificaciones existentes y las que se prevé construir de acuerdo a los Planes, considerando la morfología urbana, la tipología constructiva y la altura de las edificaciones, características éstas relacionadas con su comportamiento ante las fuerzas destructivas de los peligros estudiados.
En la vulnerabilidad estructural de la urbanización, se evalúan las características antes mencionadas de forma general, sobre la base del conocimiento de la edad de los grupos de edificaciones y el estado técnico a partir de las estadísticas y de la información visual, priorizando las edificaciones más significativas en la vida de la sociedad, atendiendo a los siguientes criterios:
Con esta visión de las prioridades que merecen cada uno de los grupos de edificaciones y teniendo en cuenta la zona de riesgo donde se encuentran (arrojada por el estudio del peligro), se abordará la vulnerabilidad a las diferentes categorías de los peligros probables.
Estudio de la afectación de las obras de infraestructura, principalmente en las zonas más peligrosas.
Se priorizarán las obras de infraestructura que constituyen líneas vitales como son:
Sistema Electroenergético Nacional, Gas, Comunicaciones, Viales, Abastecimiento de agua, Residuales, Drenajes
En la vulnerabilidad funcional se estudia la influencia de la vulnerabilidad estructural y no estructural en la estabilidad o paralización de la producción y los servicios durante y después de cada tipo de evento de categoría determinada. Para ello se sigue el siguiente orden de análisis:
La vulnerabilidad funcional requiere de imaginar el escenario creado como resultado de las destrucciones en la ciudad (mapificarlo según la categoría del peligro que se analiza) y calcular (sobre la base del resultado de los estudios de la vulnerabilidad estructural) las personas atrapadas bajo las destrucciones, que se van a originar para cada categoría de peligro probable, las acciones de respuesta, así como los días que puede demorar el rescate, teniendo en cuenta la capacidad de actuación de las Brigadas de Salvamento y reparación de averías de que se dispone.
De todo lo anterior se desprende que
El estudio de la vulnerabilidad debe dejar esclarecido el porcentaje de elementos vulnerables en la ciudad u obra en dependencia de la escala de trabajo y que pueden ser afectados para cada categoría de los desastres probables, así como las medidas de protección que se deben adoptar para las personas y los bienes materiales.
Para este análisis de la vulnerabilidad estructural a escala del territorio (para fuertes vientos), se tomó como patrón el estado constructivo y tipología de la vivienda por ser la vivienda representativa en más de un 95% del total de edificaciones de este territorio y por ser el sector más sensible a proteger por los gobiernos: la población.
Otra experiencia importante del Grupo de trabajo fue la decisión de proponer al gobierno del Municipio el considerar como Nivel de Riesgo Asumido que la valoración de “Vulnerabilidad Alta” se otorgara para el caso de la vivienda a un nivel de afectación de un 19 a un 27% del total de viviendas del territorio.
En este caso las pérdidas pronosticadas sólo serán inaceptables para la categoría V de huracanes o sea 250 Km y más. Peligro de desastre de más de 100 años de período de recurrencia para el cual se podrían perder 1.324 viviendas que constituyen el 20% del fondo en ese Consejo Popular.
El Estudio de Riesgo de Desastres, en especial el estudio de los peligros y la vulnerabilidad, constituye para los planificadores e inversionistas una importante herramienta para la evaluación de los riesgos y la toma de decisiones de protección desde la concepción del desarrollo económico social.
En materia de gestión para la reducción de los riesgos en el territorio, se hace difícil hablar del análisis costo-beneficio.