Por: Luis Burón B., UNDRR – Las Américas y el Caribe
Ciudad de Panamá, Panamá , 9 de marzo 2020 - Cuando la campesina Haydee Rodríguez habla, la gente escucha. Lo hacen porque su mensaje es poderoso: el valor de la comunidad en la reducción de riesgo y, más importante aún, el valor de las mujeres como líderes.
Rodríguez representa a la Unión Cooperativa Las Brumas, una organización de más de 2,500 mujeres productoras en Nicaragua que se organizó hace más de 15 años como una apuesta al fortalecimiento del liderazgo de las mujeres campesinas, además de desarrollar la capacidad de incidencias política y la disminución de desigualdades. "Lograr un cambio de actitud en los roles tradicionales de las mujeres rurales, la armonía en sus familias y el reconocimiento de su aporte económico en todos los ámbitos", enumera Rodríguez sobre los principales objetivos de la organización.
Estas mujeres son más conocidas como las mapeadoras. Así se presentan ellas mismas. Y lo hacen así porque dedican gran parte de su tiempo a mapear las comunidades más vulnerables para conocer la situación de riesgo y potencialidades de dicha comunidad. Conocen, mediante este trabajo, los antecedentes de la comunidad y los desastres que han hecho daño durante la historia. Es decir, acumulan información valiosa que, desde su visión, permite reducir el riesgo.
Esto ha sido de importancia vital en el desarrollo de la cooperativa nicaragüense pues fue uno de los puntos de partida para la creación de una red regional que incluye casi 50 comunidades en todo el planeta, resguardadas por la iniciativa Huairou Commision, creada hace más de 20 años para el fortalecimiento de mujeres como líderes comunitarias.
La vinculación con el riesgo, además, les ha permitido certificarse como Gestoras del Desarrollo, con lo que han logrado impulsar acciones para la protección, preservación y promoción del medio ambiente para alcanzar un desarrollo sostenible y sustentable para el beneficio de sus comunidades.
El trabajo de estas líderes comunitarias no pasa desapercibido y han logrado integrar sus esfuerzos a distintas tribunas, como la creación de la Plataforma de Practicantes Comunitarias, iniciativa entre Huairou Commision y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres que gira en torno al aprovechamiento de los conocimientos y las prácticas tradicionales, indígenas y locales, tal y como lo indica el Marco de Sendai en su Prioridad 1: Comprender el riesgo de desastres.
Cual cadena, esa visibilidad, a su vez, les ha permitido incidir en programas públicos para que sean tomadas en cuenta por las autoridades locales. Así mismo, muchas de las mujeres miembro de esta red comunitaria se convierten en concejalas de los gobiernos locales. Como ejemplo, gracias a este trabajo, el Municipio de Wiwilí, en Jinotega, Nicaragua, forma parte de la campaña global Desarrollando Ciudades Resilientes: Mi Ciudad se está Preparando. En otras palabras, las mujeres líderes han logrado que sus comunidades se conviertan en ejemplos en la región.
Todavía queda mucho trabajo por hacer en la creación de territorios resilientes: deforestación, monocultivos, uso de químicos y contaminación. Por este motivo, las mapeadoras redoblan esfuerzos para visibilizar su trabajo y avanzar en su desarrollo e incidencia en las políticas públicas.
Estas mujeres se han convertido en un destello de luz en la región, con la resiliencia, el desarrollo sostenible y la reducción de riesgo como banderas. Por eso Haydee Rodríguez, mujer rural y campesina, habla segura y empoderada, porque sabe que su mensaje es el futuro.
Enlaces relacionados:
https://huairou.org/
https://americas/municipalidad-del-mes/abril-2016.html
https://www.preventionweb.net/organizations/8478