Después de casi dos décadas de cooperación técnica en sistemas comunitarios de alerta temprana ante Inundaciones (SAT) en el Istmo Centroamericano y la República Dominicana, la falta de una metodología armonizada para el diseño e implementación de estos sistemas es evidente.
El gran número de organizaciones que diseñan e implementan Sistemas Comunitarios de Alerta Temprana, se ha traducido en una falta de coherencia nacional y regional entre las políticas y procedimientos existentes, como se refleja en diversas metodologías y manuales que se encuentran en uso hoy en día. Esto, a su vez, dificulta la capacidad de las instituciones nacionales para coordinar los esfuerzos entre las comunidades, municipios y gobiernos regionales, así como organizaciones no gubernamentales y agencias de cooperación.
La Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (SG/OEA), a través de su Departamento de Desarrollo Sostenible (OEA/DDS), ha estado proporcionando asesoramiento técnico sobre sistemas de alerta temprana ante inundaciones en varias pequeñas cuencas en Centroamérica durante décadas. El OEA/DDS empezó a implementar el Programa “Centroamericano para la Alerta Temprana ante Inundaciones en Pequeñas Cuencas (SVP) y Reducción de la Vulnerabilidad”, en 1995, con el apoyo del Departamento estado proporcionando asesoramiento técnico sobre sistemas de alerta temprana ante inundaciones en varias pequeñas cuencas en Centroamérica durante décadas. El OEA/DDS empezó a implementar el Programa “Centroamericano para la Alerta Temprana ante Inundaciones en Pequeñas Cuencas (SVP) y Reducción de la Vulnerabilidad”, en 1995, con el apoyo del Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comunidad Europea (ECHO), la República de Irlanda y la República de Turquía.
Durante esa cooperación inicial, el SVP se llevó a cabo en más de 20 cuencas en Honduras, Guatemala y Nicaragua.
En 2008, con el apoyo del Gobierno de Alemania, el SVP extendió sus esfuerzos a los demás países del Istmo Centroamericano y la República Dominicana.
En definitiva, la sostenibilidad y la implementación exitosa de sistemas comunitarios de alerta temprana ante inundaciones, dependerá de la formulación y ejecución de una política pública sólida y de una buena gobernabilidad que garantice la rendición de cuentas en todos los sectores y niveles de gobierno, así como en todos los segmentos de la sociedad, y una eficaz coordinación. Por otra parte, la construcción (y/o consolidación) de un sistema nacional de gestión de riesgos que incorpore a todas las partes interesadas y la promoción de reformas apropiadas en legislación nacional mejorará significativamente la sostenibilidad de los sistemas comunitarios de alerta temprana ante inundaciones.
Un sistema de alerta temprana es un elemento importante de un sistema de (preparación y) respuesta a fenómenos naturales. Es esencial que la alerta se comunique a tiempo y que la población local comprenda y reaccione adecuadamente a la situación. Para que eso suceda, las poblaciones locales deben tener confianza en el sistema y las autoridades locales deben disponer de la información y herramientas necesarias para apoyar el proceso de toma de decisiones que un sistema de alerta temprana ante inundaciones conlleva. La implementación de sistemas de alerta temprana ante inundaciones debe cumplir con los siguientes cinco criterios:
Y por sobre todo, uno debe entender qué es lo que comprende un sistema de alerta temprana ante inundaciones. Un sistema de alerta temprana ante inundaciones no es un sistema de comunicación, una red de observación y monitoreo, o una comunidad organizada. Es todo eso y más. Aunque, en el istmo centroamericano, muchos de los sistemas de alerta temprana ante inundaciones instalados y en funcionamiento no cumplen con estos criterios. En la mayoría de los casos, los sistemas de alerta temprana ante inundaciones cumplen a lo sumo con uno o dos, lo cual dificulta la capacidad de las comunidades y gobiernos locales para proveer una alerta temprana oportuna.
Por lo general, son reconocidos dos tipos de sistemas de alerta temprana ante inundaciones. El primero es operado por los servicios hidrometeorológicos nacionales y se conoce como sistema de alerta temprana centralizado, y el segundo es operado por las comunidades, conociéndose comúnmente como sistema comunitario de alerta temprana.
Los sistemas centralizados de alerta temprana ante inundaciones, en general, tienden a ser sistemas de alta tecnología que requieren conocimientos técnicos para observar y vigilar los fenómenos meteorológicos y producir pronósticos precisos de inundaciones. Además, son costosos, complejos, requieren un mantenimiento constante, y son propensos al robo cuando las comunidades no participan activamente en su instalación, mantenimiento y vigilancia. El alto costo de los sistemas y la falta de personal profesional capacitado es, en general, el mayor obstáculo para el uso de estos sistemas.
La operación de estos sistemas demanda profesionales con conocimiento y formación avanzada, capaces de desarrollar modelos hidrometeorológicos y de interpretar la información que proviene de los centros de procesamiento fuera de las ciudades capitales.
Los profesionales, que se encuentran generalmente en las capitales, son cruciales en la difusión de avisos en anticipación de las alertas. Debido al número de etapas complejas por las que la información debe pasar, la falta de coordinación entre los proveedores de datos, los distintos organismos responsables de entregar los avisos y las alertas tempranas, y los diversos niveles de gobierno, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Por otro lado, los sistemas comunitarios de alerta temprana, en general, tienden a ser simples y de bajo costo, caracterizados por el uso de equipos de baja tecnología, que son operados por miembros de la comunidad, encargados de observar y monitorear los fenómenos meteorológicos, así como emitir las alertas.
Los STA ante inundaciones se basan en la participación activa de los voluntarios de las comunidades que viven en la cuenca donde el sistema de alerta temprana opera. Los voluntarios no son sólo activos en los esfuerzos de respuesta, sino que también participan en la prevención y mitigación.
El enfoque centrado en la comunidad tiene una serie de beneficios. Entre las principales ventajas se encuentran el bajo costo y el bajo requerimiento de experiencia técnica. Por lo tanto, es más sostenible en el contexto de las comunidades locales vulnerables. Cuando las autoridades locales y la población participan en la implementación del sistema de alerta temprana ante inundaciones, se observa un mayor sentido de pertenencia y una mejor comprensión. Si, por ejemplo, las radios están instaladas en una comunidad, como parte de un sistema de alerta temprana ante inundaciones más grande, pueden servir una variedad de propósitos adicionales, tales como emergencias de salud, convocatoria a importantes reuniones municipales o para transmitir otros mensajes importantes. De esta manera, los miembros de la comunidad incorporan el uso de radios en su vida cotidiana, garantizando la sostenibilidad de todo el sistema.
La noción de sistema comunitario de alerta temprana ante inundación está en armonía con la convocatoria de la comunidad internacional en torno a la necesidad de trabajar en “sistemas de alerta temprana centrados en las personas”, los cuales deben reconocer las necesidades humanas, su comportamiento, y deben ser desarrollados con los miembros de la comunidad a la que sirven, mujeres y hombres
En el contexto de la sostenibilidad, es importante que los SAT ante inundaciones sean creíbles a los ojos de los municipios y las comunidades que atienden. Con eso en mente, hay una necesidad de más estudios hidrológicos de las cuencas pequeñas, especialmente en las micro cuencas –o quebradas, ya que existe poca o ninguna información histórica de precipitación pluvial y niveles de los ríos, debiéndose extrapolar esta información a partir de datos extraídos para las grandes cuencas en la zona.
Esto puede resultar en información poco precisa y, a su vez, en un SAT ante inundaciones que no esté debidamente calibrado, dando lugar a alertas no necesariamente precisas, lo cual pone en peligro la credibilidad del sistema ante los ojos de la población afectada. Además, los sistemas deben ser operados por miembros de la comunidad que sean percibidos como dignos de confianza, a fin de garantizar que el uso de radios y otros equipos esenciales no se abuse.
Durante los últimos diez o veinte años, las comunidades locales han estado observando la lluvia y los niveles de los ríos. Sin embargo, los datos no han sido recogidos o transmitidos a un centro de datos de observación para la construcción de series de datos. La integración de estos datos en redes nacionales de observación y monitoreo permitiría rellenar series de datos de observación en pequeñas cuencas o quebradas y, en consecuencia, desarrollar modelos más precisos a nivel local.
Sin embargo, a fin de integrar la observación local de series de datos recogidos por miembros de la comunidad, se deben estandarizar los pluviómetros y limnímetros (o limnígrafos), y se debe entrenar a los observadores bajo un sistema nacional único.
Al final, los sistemas comunitarios y centralizados de alerta temprana ante inundaciones no son mutuamente excluyentes. Por el contrario, deben trabajar juntos como uno solo, abarcando la noción de “sistemas de alerta temprana centrados en las personas”. Es necesario reconocer que hay una necesidad de contar con miembros de la comunidad participando activamente en todas las fases del sistema de alerta temprana y que todos los organismos gubernamentales pertinentes, todos los niveles del gobierno –desde el nacional al local–, así como todos los segmentos de la sociedad civil –incluidas organizaciones no gubernamentales, organizaciones religiosas y empresas privadas–, deben compartir información y coordinar sus responsabilidades y funciones. Los medios de comunicación, en todas sus formas, deben tenerse especialmente en cuenta como un actor clave en el SAT en todos los niveles.
Por otra parte, la disponibilidad de datos e información obtenidos con alta tecnología debe ser aprovechada, a fin de proporcionar avisos meteorológicos con tiempos de preparación cada vez mayores. Factor especialmente relevante en el Istmo Centroamericano y la República Dominicana, donde las inundaciones repentinas son particularmente comunes. Se debe buscar y promover la participación de las comunidades locales en el mantenimiento y la vigilancia de las estaciones telemétricas y sensores, así como en la verificación de campo de modelos, basada en sus propias observaciones y memorias de acontecimientos pasados.
En Centroamérica, existen aproximadamente 80 SAT ante inundaciones oficialmente registrados. Si bien estos sistemas operan dentro de municipios o territorios nacionales, debemos reconocer el carácter transfronterizo de estos fenómenos hidrometeorológicos, que a menudo afectan a los habitantes en ambos lados de las fronteras municipales e internacionales. De hecho, el 60% -70% de todas las cuencas en situación de riesgo de inundación en el Istmo Centroamericano son transfronterizas, lo que requiere el consenso y la acción conjunta de varios municipios en varios países.
Además, las comunidades que se encuentran aguas arriba, y muchas veces en altitudes más altas, suelen tener poco que ganar con la instalación de un sistema de alerta temprana ante inundaciones debido a que las inundaciones no los afectan tanto como a los que viven aguas abajo, en altitudes menores. Sin embargo, todas las comunidades y municipios en una cuenca dada deben participar en un sistema de alerta temprana ante inundaciones. Esto, para alertar a las comunidades aguas abajo de las inundaciones inminentes con suficiente tiempo para que puedan prepararse con eficacia y eficiencia, y para proteger a las comunidades aguas arriba de la presión que se genera sobre sus sistemas de salud y educación, como así también en sus economías y medios de subsistencia, como resultado del desastre.
Las comunidades no viven aisladas y por lo tanto la consideración de los demás municipios, así como la comunicación con ellos es esencial a fin de garantizar la sostenibilidad del sistema de alerta temprana ante inundaciones en toda la cuenca en su conjunto, y el bienestar de todos. Además, las comunidades aguas arriba pueden ayudar significativamente reduciendo los procesos de erosión que resultan de la deforestación, tala y quema agrícola. Si bien los SAT ante inundaciones siempre serán necesarios, reducir el impacto negativo de estas prácticas no sostenibles se traducirá en un aumento en los tiempos de concentración y tiempos de inundación, y en una disminución de las inundaciones en zonas bajas, aguas abajo.
La experiencia del SVP destaca la necesidad de implementar sistemas comunitarios de alerta temprana ante inundaciones, y de involucrar a todos los miembros de la comunidad desde las primeras etapas de evaluación de la vulnerabilidad, identificación de riesgos, observación y monitoreo del fenómeno, y planificación y preparación para la contingencia, hasta la comunicación de la alerta y la respuesta.
Además, los últimos resultados del SVP indican que en algunas pequeñas cuencas, dado el corto tiempo disponible para responder, los esfuerzos deben estar centrados en la preparación y respuesta, mientras que los SAT ante inundaciones deben ser calibrados para proporcionar un tiempo de respuesta suficiente, una vez que se da la alerta. Las inundaciones repentinas son predominantes en el Istmo Centroamericano y la República Dominicana, lo cual exige buscar soluciones innovadoras e integrar los avisos meteorológicos y las alertas tempranas para aumentar el tiempo de preparación.
El SVP trata de desarrollar soluciones prácticas, de bajo costo y de tecnología simple, con la participación de todos los miembros de la comunidad, integrando al mismo tiempo información sobre pronósticos, obtenida a través de sistemas de alta tecnología, como radar Doppler, imágenes satelitales y fotografías aéreas, y redes hidrometeorológicas de telemetría capaces de proporcionar avisos meteorológicos.
Las siguientes cinco (5) acciones prioritarias constituyen los pasos cruciales hacia la sostenibilidad de los sistemas de alerta temprana ante inundaciones en el Istmo Centroamericano y la República Dominicana:
Sobre la base de la estrategia descrita para la sostenibilidad de los procesos observados en la región, los esfuerzos deben centrarse en la consolidación de una plataforma temática regional. Las asociaciones temáticas suelen tener un objetivo común para desarrollar y conectar conocimiento técnico experto en el área temática que ocupa, atendiendo las preocupaciones de hacedores de políticas, profesionales y responsable en la materia.
Sus actividades incluyen la formulación del problema, promoción, creación de redes, coordinación, intercambio de información, orientación sobre buenas prácticas, desarrollo de capacidades y programa de trabajo conjunto. Estas han sido una fuente importante de asesoramiento experto y el vehículo para proporcionar información sobre las iniciativas y los roles en la reducción del riesgo de desastres.
Mientras que sólo el componente C de esta estrategia se refiere específicamente a la “consolidación de la Plataforma Regional”, las otras cuatro (4) acciones prioritarias están diseñadas para crear condiciones propicias para la sostenibilidad de los resultados y el funcionamiento a largo plazo de las plataformas temáticas.
La Plataforma Regional Temática debe construirse sobre la base de instituciones sólidas de gobierno nacional y acuerdos estables interinstitucionales a nivel nacional y local, con la participación de los actores locales, nacionales e internacionales. El componente A prevé su fundación.
Talleres regionales y reuniones interinstitucionales apoyarán el intercambio de experiencias, de manera de generar un compromiso y construir un sentido de propiedad y pertenencia en todos los que forman parte de la Plataforma.
La difusión y comunicación de resultados, impactos y necesidades serán fundamentales para la construcción de un sentido de “comunidad” de la Plataforma Regional.
Una Plataforma Regional para sistemas comunitarios de alerta temprana ante inundaciones del Istmo Centroamericano y la República Dominicana contribuirá al proceso de consolidación de la Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres en las Américas, y la implementación de las Plataformas Nacionales (PN) bajo la Estrategia Internacional de las Naciones Unidas para la Reducción de Desastres (UNISDR) y el Marco de Acción de Hyogo (MAH). Asegurando la armonización y la racionalización de las estructuras y procesos, y el marco general de planificación de la Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres en las Américas, como parte del sistema de la UNISDR y el MAH, será considerado como elemental para el diseño e implementación de una Plataforma Regional de Sistemas Comunitarios de Alerta Temprana ante Inundaciones en el Istmo Centroamericano y la República Dominicana.
En marzo de 2009, la Primera Sesión de la Plataforma Regional de las Américas estableció recomendaciones clave para la aplicación de las Plataformas Nacionales, entre las cuales, una de las más relevantes fue la necesidad de implementar plataformas nacionales sobre la base de objetivos específicos y plataformas temáticas orientadas a metas concretas.
Las Plataformas Nacionales deben ser más que mecanismos nacionales o redes que puedan convocar a todos los sectores y niveles de gobierno, así como todos los segmentos de la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales y empresas privadas, con el propósito común de reducir el riesgo a los desastres. Y si bien esta definición está conceptualmente bien formulada, plantea un enorme reto en la convocatoria de una amplia gama de interesados en cualquier Estado, ya que la reducción del riesgo es una responsabilidad de todos.
Por otro lado, plataformas temáticas, con objetivos específicos, y orientadas hacia una meta concreta, establecen una clara identificación de «finalidad» y de partes interesadas, así como una comprensión clara de las funciones y tareas a ser realizadas por todas las partes implicadas. Los sistemas nacionales de alerta temprana ante inundaciones son entonces esencialmente plataformas nacionales con la función de brindar alerta temprana oportuna de manera sostenible, tanto financiera como institucionalmente.
Tras la adopción del Marco de Acción de Hyogo (MAH), una serie de medidas fueron adoptadas para fortalecer el sistema de la UNISDR para apoyar la aplicación del marco, tal como se describe provisionalmente en los documentos de antecedentes de debate sobre el fortalecimiento del Sistema de la UNISDR. Uno de los elementos propuestos del sistema de la EIRD fortalece el concepto de “plataformas temáticas”. Este término se utiliza para describir un mecanismo de colaboración a través del cual las organizaciones socias de la UNISDR pueden colaborar y ofrecer orientación sobre determinados temas que son relevantes para la reducción del riesgo de desastres y la aplicación del Marco de Hyogo. Se deriva en parte de la idea anterior de la formación de “agrupaciones” de las organizaciones para proporcionar apoyo coordinado para la aplicación de cada una de las cinco prioridades de acción del Marco de Hyogo.
El concepto de plataforma temática también nace a partir de la experiencia de una serie de asociaciones entre múltiples partes interesadas vinculadas al sistema de la UNISDR que se centran en temas específicos relacionados con los riesgos de desastre. Estas asociaciones brindan dirección sobre asuntos como la identificación de riesgos, alerta temprana, El Niño, sequías, inundaciones, riesgos hídricos, incendios forestales, medio ambiente, cambio climático, educación, recuperación de desastres y el desarrollo de capacidades. En las Américas, se realizan esfuerzos para construir una plataforma temática sobre educación y una plataforma temática sobre riesgo urbano.
Estas plataformas temáticas están diseñadas para integrar los conocimientos técnicos a nivel mundial, las preocupaciones regionales y las capacidades nacionales en los ámbitos temáticos de interés. Aportan sus conocimientos a los procesos de la Plataforma Global para apoyar los esfuerzos nacionales y regionales para aplicar el MAH.
Los SAT ante inundaciones deben ser implementados dentro de un enfoque y estrategia amplios de Reducción de Riesgo a Desastres, dado que su eficacia y eficiencia dependerán en gran parte de la capacidad de todos los interesados de mitigar el impacto negativo de los fenómenos naturales sobre los asentamientos humanos y la infraestructura económica y social.
La reducción de la erosión y las cargas de sedimentación, las cuales se traducen en la expansión de las áreas inundables, así como en deslizamientos y aludes de lodo, es fundamental para la aplicación del sistema de alerta temprana contra inundaciones. La planificación de la ocupación de la tierra y su uso, conservación de los suelos, y la ejecución de medidas de mitigación de desastres, tales como la construcción de diques y canales de desviación de agua, deben estar bien integrados en el diseño, operación y calibración de los sistemas de alerta temprana ante inundaciones.
Al final, un sistema de alerta temprana ante inundaciones puede salvar vidas y pertenencias personales, pero por si solo nunca podrá proteger los medios de subsistencia de las comunidades vulnerables, si los gobiernos nacionales y locales, ONG, empresas privadas y las comunidades en su conjunto, no trabajan juntos para reducir su vulnerabilidad y construir sociedades más resilientes.
Un reto pendiente es aumentar la participación de los sectores productivos, tales como operadores de presas hidroeléctricas, operadores de puertos y aeropuertos, operadores y proveedores turísticos, y grandes industrias agrícolas, entre otros, que hacen uso de los datos e información hidrometeorológicos, para que puedan contribuir a la expansión de redes de observación y monitoreo, más allá del propósito específico de su actividad. Sólo cuando estas comunidades vulnerables sean parte de las economías nacionales, los sistemas podrán alcanzar su sostenibilidad financiera e institucional,, siendo eficaces y eficientes más allá de salvar vidas.
Una Plataforma Regional para SAT ante inundaciones y la Plataforma Regional de Reducción del Riesgo de Desastres pueden ser mutuamente beneficiosas de muchas maneras, facilitando la difusión e intercambio de información, creando redes profesionales a nivel local, nacional y regional, facilitando la cooperación Sur-Sur sobre sistemas de alerta temprana, ayudando a vincular redes de sistemas de alerta temprana, de reducción de riesgo y de cambio climático. De igual manera, proporciona una red global y de mayor alcance sobre la Reducción del Riesgo de Desastres a nivel de la comunidad y de expertos y profesionales en el campo.
En enero de 2005, 168 estados miembros de la ONU reunidos en la Conferencia Mundial sobre la Reducción de los Desastres en Kobe, Japón, adoptaron el Marco de Acción de Hyogo (MAH), comprometiéndose a hacer esfuerzos importantes para reducir sus desastres para el año 2015.
El MAH reconoce la necesidad de una “reducción sustancial de las pérdidas por desastres, en vidas y en los activos sociales, económicos y ambientales”, como también la necesidad de mecanismos que las ayuden a lograr este fin. El Marco de Acción de Hyogo sirve de base para orientar a los gobiernos y organizaciones internacionales que conforman el sistema de las Naciones Unidas y la Estrategia Internacional de Reducción de Desastres (UNISDR) en las iniciativas de reducción de desastres.
Identifica tres objetivos estratégicos:
Y cinco prioridades de acción: