Foto: © CUIDÁ
El valle de Aburrá está localizado al norte de la cordillera central colombiana y está conformado por 10 municipios, ente los cuales sobresale Medellín, capital industrial y segunda ciudad con mayor población en Colombia. En total el valle tiene una población de 3.4 millones de habitantes localizados en 1152 km. cuadrados, donde el 98 % de la población es de carácter urbano. Debido a las condiciones topográficas del valle y la acelerada ocupación de sus laderas y fondo del valle, en las últimas décadas se ha venido presentando una rápida degradación ambiental manifiesta en la ocurrencia de múltiples fenómenos de origen socionatural como movimientos en masa, inundaciones y avenidas torrenciales, que han cobrado la vida de un número considerable de personas y causado afectaciones económicas no cuantificadas aún.
Es por esta razón que el área metropolitana del valle de Aburrá, autoridad ambiental urbana y entidad planificadora, en asocio con la Universidad EAFIT se dieron a la tarea de diseñar e implementar la red comunitaria para una gestión integral del riesgo en el valle de Aburrá, como un sistema organizado, abierto y participativo que fomentará los principios de voluntad, mutualidad, solidaridad, diversidad, tolerancia, comunicación, respeto, sentido de pertenencia y trabajo en equipo, para alcanzar objetivos comunes a partir del cuidado y protección del ambiente y la optimización en la utilización de los recursos naturales a partir de la formulación y ejecución de acciones dirigidas a la promoción de la cultura ambiental.
La célula o nodo fundamental de la Red que se creó son los Comités Ambientales denominados CUIDÁ más el nombre de cada uno de sus barrios, sectores, etc. (Ejemplo CUIDÁ La Inmaculada, ubicado en el barrio conocido como La Inmaculada) los cuales se definen como una asociación de personas integradas voluntariamente en un programa de educación, monitoreo y control de las condiciones ambientales de su territorio, que trabajan de manera comprometida por el fortalecimiento de la cultura ambiental para conocer, comprender y manejar su entorno.
De acuerdo con el diagnóstico ambiental y social realizado en todo el valle, con el fin de identificar los sectores más críticos de la región, inicialmente se implementaron un total de 50 comités ambientales, teniendo en cuenta como elemento fundamental que la cohesión social permitiera un trabajo sostenido a largo plazo. Dichos comités en la actualidad están integrados por un número superior a las 800 personas de una gran heterogeneidad cultural, social, económica, etc.
Adicionalmente y debido al gran número de niños que venían acompañando a sus padres a las reuniones y sus diferentes actividades, se conformaron los semilleros CUIDÁ, los cuales están integrados por más de 200 niños, la mayor parte de ellos hijos y familiares de los constituyentes de los CUIDÁ. Para esos niños se diseñó y se brindan actualmente capacitaciones alternas a las reuniones de sus padres, donde se les enseña la cultura de la prevención y gestión ambiental.
Foto: © CUIDÁ
Cada Comité es capaz de impulsar, acompañar y sostener, con su comunidad, procesos orientados al desarrollo y al cuidado del ambiente. Representa el primer contacto de respuesta y atención que tiene la comunidad. Es el conducto entre la administración municipal, la autoridad ambiental y la comunidad en materia ambiental de acuerdo con diferentes mecanismos.
La misión de los CUIDÁ es de adelantar acciones de protección, prevención, recuperación y monitoreo de situaciones críticas que en el ambiente se presenten. Su trabajo voluntario los posiciona como líderes del desarrollo ambiental de su localidad y generan actividades que vinculan a los habitantes en el desarrollo de una conciencia ambiental sana. El principal objetivo es participar de manera comprometida en el desarrollo de la comunidad a la cual representan, a partir de la integración de sus habitantes en el desarrollo y ejecución de medidas de protección, prevención, control y monitoreo de las situaciones ambientales propias de su territorio, generando mecanismos de proyección social, trabajo en equipo y responsabilidad compartida.
Entre las actividades desarrolladas por los comités ambientales se encuentran aquellas de planificación y organización, las cuales están relacionadas con la identificación y planeación de tareas de proyección comunitaria que realizará el CUIDÁ, en el área de la gestión ambiental y protección de los recursos naturales, actividades de coordinación y ejecución, las cuales están relacionadas con el proceso de materialización de las acciones de planificación de acuerdo con sus competencias y capacidades, y finamente las actividades de control y seguimiento, las que están relacionadas con el monitoreo, seguimiento y evaluación de las problemáticas ambientales; los acuerdos y medidas de protección, propuestas e implementadas; los mecanismos de intervención y las metas alcanzadas.
Otras acciones adelantadas por los comités ambientales son aquellas orientadas a la gestión de riesgos. La intervención de la comunidad en estas acciones se enmarca en los modelos establecidos para una gestión del riesgo integral, como la organización óptima para el logro de la efectiva prevención, atención y recuperación de desastres; considerando sus diferentes líneas de acción como son: análisis de riesgos, reducción de riesgos (reducción de la amenaza y la vulnerabilidad), transferencia del riesgo, preparación y ejecución de la respuesta, y preparación y ejecución de la recuperación (rehabilitación y reconstrucción).
Un CUIDÁ es un equipo constituido por personas voluntarias, quienes desde su iniciativa de conformar un Comité Ambiental deciden trabajar en conjunto. En este sentido, los integrantes, de acuerdo con sus habilidades y competencias específicas, cumplen una determinada meta bajo la conducción de un coordinador, así se logra la consolidación y fortalecimiento de este grupo multicultural que se reúne en torno a problemáticas ambientales. La división del organigrama según perfiles, cargos y comisiones, permite ejecutar el trabajo con más facilidad y responsabilidad, de acuerdo con las funciones asignadas.
El trabajo en comisiones se caracteriza por las estrategias, procedimientos y metodologías que utiliza un grupo humano para lograr las metas propuestas. En ellas, cada integrante aporta capacidades complementarias bajo un propósito y un objetivo común, cuyo resultado se obtiene con responsabilidad compartida.
Es la encargada del control y monitoreo de las condiciones ambientales del territorio y de liderar procesos de intervención que mejoren la calidad de vida de las comunidades a las cuales representan. Sus integrantes se especializan en el conocimiento de los problemas del sector al que pertenecen, para desarrollar acciones individuales y colectivas en un área del conocimiento. Se reconocen cuatro tipos de vigías: vigía ambiental, el cual se puede considerar como la estructura más general para comités en pleno desarrollo, posteriormente se deben articular funciones más específicas, entre las cuales pueden surgir vigías de la cuenca, vigías de la ladera, vigías del bosque, vigías del aire, entre otros.
La comisión de educación ambiental es la encargada de promover espacios educativos no solo dentro del CUIDÁ, sino también con la comunidad, coordinando acciones que estén encaminadas al mejoramiento de las condiciones ambientales de su entorno, por medio de la identificación de actores institucionales y sociales que tengan la responsabilidad y la necesidad de participar en la solución de la problemática.
La Comisión de Prevención y Atención de Emergencias tiene como misión principal, fortalecer el CUIDÁ, promoviendo un entorno mejorable y sostenible por medio del cuidado de los recursos naturales, los cuales actualmente presentan deterioro y su uso inadecuado puede causar problemas ambientales de importancia
Este proyecto se realizó gracias al Área Metropolitana del Valle de Aburrá y su continuo trabajo por el desarrollo sostenible de la región y el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes. Los autores expresan sus más sinceros agradecimientos a todo el equipo de trabajo de la Universidad EAFIT por la excelente labor realizada.
Para mayor información contactar a:
Edier Aristizábal1, MI, Estudiante de PhD.
Coordinador del Proyecto.
Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Calle 41
No 53-07, Medellín, Colombia
Comunicación con el autor. Tel. 3856000 ext. 438.
edier.aristizabal@metropol.gov.co