Es indudable que el actual proceso de modernización y fortalecimiento de la gestión nacional de prevención y manejo de desastres que está llevando a cabo en Chile la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) es el más profundo y trascendental desde su creación, hace más de 35 años.
Foto: © Vitor San Martin /Wikipedia Commons
El apoyo gubernamental a este proceso ha sido fundamental, otorgándole un fuerte impulso a la modernización y desarrollo de la Protección Civil chilena, con un claro componente preventivo que concretamente está permitiendo al país abrirse progresivamente hacia una efectiva gestión del riesgo.
Esta etapa de avance institucional ha sido posible gracias a un proyecto que viene trabajando ONEMI desde mediados del 2006, presentado en junio de 2007 a las autoridades del Ministerio del Interior, y que fue aprobado y posteriormente enviado al Ministerio de Hacienda. De esta manera la institución ha contado con un nuevo marco presupuestario, logrando un incremento del 118% de su presupuesto en 2008 y de otro 54.77% en 2009.
En el marco del proceso de desconcentración territorial, ONEMI cuenta desde el 2008 con direcciones regionales a lo largo de todo el país, con recurso humano calificado, vehículos de alta autonomía, y una red de telecomunicaciones y estructura física en crecimiento. El logro es significativo e importante considerando la extensión del país, cuya división política administrativa contempla 15 regiones desde el extremo norte hasta la zona austral. Este avance potencia la estructura organizativa de la institución, al extender efectivamente sus líneas de acción directamente a la totalidad del territorio nacional, teniendo en cuenta que años antes ONEMI ejercía esta función desde su nivel central.
Vinculado con lo anterior se releva el fortalecimiento de las capacidades técnicas de estudios de riesgos y alerta temprano, mediante el ya citado incremento del recurso humano especializado de ONEMI, no solo en el nivel central, sino también en el nivel regional.
En este estrecho lapso de tiempo, los avances en el contexto de la modernización institucional son claros y concretos. Al respecto la directora nacional de ONEMI Carmen Fernández, ha destacado que las líneas de avance, apuntan a fortalecer, desde un enfoque efectivamente preventivo, la gestión nacional de Protección Civil.
“Modernizar este Servicio, significa además, perfeccionar el Sistema Nacional de Alerta Temprana a escala de país, para el mejoramiento continuo de la gestión de riesgos. Sin embargo, todo ello adquiere sentido sólo mediante un proceso sistémico y continuo de integración de la comunidad, enfocado hacia los sectores más vulnerables a emergencias, desastres y catástrofes, lo que en definitiva constituye la motivación central de la marcha que emprendimos hace un par de años”, señaló la autoridad.
Si asumimos que el rol de ONEMI —en términos reales— es administrar la incertidumbre frente al comportamiento de la naturaleza, este servicio técnico encargado de la Protección Civil chilena centra su desarrollo en acciones que de modo efectivo permitan brindar certeza a las personas. En tal sentido, se ha abocado en este proceso de modernización a fortalecer áreas neurálgicas de su quehacer en la gestión del riesgo, como la reestructuración del Centro Nacional Alerta Temprana, (CAT), que tiene como misión vigilar permanentemente y sistemáticamente los distintos escenarios de riesgos, para recabar, evaluar y difundir la información sobre una potencial o real ocurrencia de una situación de emergencia o desastre, mediante un sistema de funcionamiento permanente los siete días de la semana, 24 horas al día (7x24), los 365 días al año.
También se destaca la implementación de las Unidades de Despliegue Territorial (UDT) con el fin de apoyar y asesorar técnicamente a las Direcciones Regionales de ONEMI en el manejo del riesgo de manera integral. En el plano logístico, la instalación de cuatro bodegas zonales de stock de emergencia a lo largo del país, con el propósito de descentralizar la acción de respuesta para una pronta y eficaz atención de la población afectada.
Otro de los puntos de especial relevancia es la implementación del Programa de Participación Comunitaria en la Gestión Local de Seguridad frente a Riesgos de Origen Natural y Humano, sobre 31 comunas priorizadas según su índice de vulnerabilidad, entendida esta como la relación entre damnificación y pobreza.
Esta acción capacitadora se extiende, además, hacia los pueblos originales de Chile (aymaras y mapuches) fortaleciendo a estas comunidades en materias preventivas frente a los factores de riesgo de sus realidades, respetando su acervo cultural.
Este programa, también ha dado especial énfasis este año a dos nuevos segmentos de mayor vulnerabilidad, tales como la tercera edad y preescolares, para lo cual ONEMI ha suscrito un convenio de trabajo conjunto con la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) y la fundación INTEGRA, encargada de la primera infancia, para el segundo de los segmentos que se incorporarán.
Al cumplir el país próximamente 200 años de vida republicana, (2010) confluye de manera simbólica la inquietud expresa de la presidenta de la Republica de Chile, Michelle Bachelet, de impulsar definitivamente a la Protección Civil, como un aspecto de gestión prioritario al proceso de desarrollo nacional, y dentro de este contexto, las líneas Bicentenario, que sustentan este enfoque progresivo, comprometido y avanzado, se expresan en múltiples ámbitos que van desde la gestión multisectorial integrada y participativa en prevención, hasta el proceso de desarrollo de una red sismológica nacional y un programa de monitoreo volcánico.
A finales de enero de 2009, la presidenta de la República, Michelle Bachelet, firmó el Decreto que establece el Sistema de Coordinación Permanente de Procesos de Monitoreo Sísmico y Volcánico, iniciativa que constituye un inédito avance y modernización de esta área, en materias de prevención.
Esta iniciativa —que forma parte de los proyectos Bicentenario comprometidos por la mandataria y cuya coordinación está a cargo de la Oficina Nacional de Emergencia, ONEMI— posibilita que la implementación de este sistema cuente con recursos contemplados anualmente en la Ley de Presupuestos del Sector Público, junto con la creación y asesoría de un Comité Científico Técnico de Apoyo a ONEMI, integrado por un conjunto de organismos e instituciones especializadas del mundo académico científico. Este Sistema está compuesto por el Programa Nacional de Prevención Sísmica y el Programa Red Nacional de Vigilancia Volcánica.
Para su adecuada implementación, el Programa Nacional de Prevención Sísmica llevará adelante varias acciones, entre las cuales destaca, la de confeccionar el Primer Mapa de Amenaza Sísmica en Chile —considerando el aporte de tecnologías de punta, nuevas metodologías y antecedentes sismotectónicos—, el que permitirá dotar al país de la información básica a partir de la cual se podrán elaborar y desarrollar estudios específicos de peligro y riesgo sísmico, junto con la implementación de un Programa de Difusión y Educación para la Prevención Sísmica y Desastres de Origen Natural orientado a ingenieros y/o técnicos en los niveles de toma de decisiones en la implementación de políticas públicas.
Del mismo modo, el Programa Red Nacional de Vigilancia Volcánica incluirá todas aquellas actividades destinadas a disponer del mejor conocimiento científico y el monitoreo instrumental de los volcanes activos de Chile, como una herramienta para mitigar el potencial impacto de las erupciones volcánicas. También tendrá por finalidad constituir un sistema coherente de acciones y servicios de información orientados a facilitar la toma de decisiones y asistir en la gestión de emergencias.
Frente a esta iniciativa la presidenta de la República manifestó que “hemos sido privilegiados con una tierra que es generosa, rica y fértil, pero al mismo tiempo capaz de ensombrecernos con la fuerza de la naturaleza incontrolable. Somos, por lo tanto, un país que ha debido convivir con la furia de los elementos —como dirían algunos— y que ha tenido que aprender a levantarse después de los desastres”.
En ese sentido, la mandataria acotó que “frente al infortunio impredecible tenemos que organizarnos mejor, potenciar los conocimientos científicos y tecnológicos, precisar las responsabilidades del Estado, aprovechar la experiencia internacional en esta materia y sobre todo reforzar algo que siempre es central para cualquier situación: la cultura de la solidaridad para enfrentar siempre juntos las emergencias”.
Para mayor información contactar:
Alfredo Lagos
Depto de coordinación y Difusión
ONEMI
vhidalgo@onemi.gou.cl