Foto: © Plan Internacional
Niños, niñas y adolescentes de una provincia costera ecuatoriana ya saben cómo disminuir riesgos y cómo actuar en situaciones de emergencias o desastre
La mayor parte del territorio Ecuatoriano tiene una alta exposición a amenazas naturales. Esto hace que esté latente un alto nivel de riesgo frente a amenazas múltiples. Según los resultados de análisis realizados en la Segunda Comunicación Nacional sobre Cambio Climático enviado por el Ministerio del Ambiente en el año 2010.
En las últimas décadas, el país ha sido expuesto a terremotos, erupciones volcánicas, sequías, deslizamientos, aludes e inundaciones, entre otros. Año tras año, las cuatro regiones ecuatorianas (Costa, Sierra, Oriental e Insular) tienen que hacer frente a desastres de origen natural que afectan la vida de niñas, niños, adolescentes y sus familias.
Plan Internacional Ecuador tiene presencia en el país desde 1963, donde trabaja a favor del ejercicio de los derechos de niñas, niños y adolescentes.
A partir de septiembre de 2008, Plan Internacional Ecuador ejecuta el proyecto Reducción de Riesgos frente a Desastres con participación de niñas, niños y adolescentes con el apoyo de la Oficina Nacional de Reino Unido de Plan Internacional y del Departamento para el Desarrollo y la participación de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos del Ecuador.
A través de este proyecto, se pretende fortalecer la capacidad de las comunidades hacia los desastres. Se trata de un proyecto pionero en el país, pues fomenta el desarrollo de prácticas relacionadas con la gestión del riesgo que evidencien la participación, el aporte y el cumplimiento de los derechos de niñas, niños y adolescentes.
El proyecto se desarrolla en 25 comunidades de la provincia de Manabí y en él han participado más de 500 niñas, niños y adolescentes que provienen de las 697 familias directamente beneficiadas.
Algo sin duda importante es que ha impulsado cambios en la vida cotidiana de las familias, tal como explicó Dorila Domínguez, de 14 años, de la comunidad Cacical, quien dijo que gracias a lo que ha aprendido sobre los riesgos, ahora sabe que debe limpiar el lodo que se acumula debajo de su casa para que no haya pestes ni epidemias; además, Dorila contó que la gente de su comunidad ya no quema la basura, sino que la recoge en tachos para que el carro recolector se la lleve. "Antes de viniera Plan Internacional, nadie hacia eso", dijo.
Plan Internacional Ecuador ha trabajado durante muchos años en esta zona ecuatoriana, tal como lo recuerda José Abad Bazurto o Don Abad, líder de la comunidad de Puerto Loor. Para él, la prevención de desastres se ha convertido en un eje fundamental de su labor, pues a través del proyecto se ha contagiado de la motivación de las niñas y los niños para identificar y enfrentar las amenazas a las que están expuestos.
Las comunidades beneficiarias del proyecto son propensas a distintos desastres como inundaciones, deslizamientos, epidemias, marejadas, sequías o desbordamientos de ríos. Por tal razón, un trabajo sostenido en gestión de riesgo era urgente. Sin embargo, las niñas, niños y adolescentes no solamente han identificado las amenazas de origen natural, sino que también han identificado las amenazas de origen antrópico que afectan su calidad de vida.
Así lo manifestó Angie Alejandra, una niña de 10 años de Puerto Loor: "A nosotros, no sólo nos preocupan las inundaciones, sino que también nos preocupa bastante la gente que se pone borracha los fines de semana". Tal es así que en los planes de acción proponen mejorar estas situaciones a través de charlas para que los adultos cambien sus hábitos.
En todas las comunidades, el compromiso y la voluntad demostrada por niñas, niños y adolescentes han dejado lecciones a los adultos para trabajar en la gestión del riesgo. De hecho, han logrado que instituciones como la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo, la Defensa Civil, la Corporación Forestal y Ambiental de Manabí, el Cuerpo de Bomberos o la Policía, entre otros, se involucren en actividades para beneficio de la población como: charlas de capacitación, dotación de materiales, entrega de semillas y árboles nativos, visitas periódicas a las comunidades, etc.
Un ejemplo de ello es la población de la comunidad El Pollo, en la que luego de presentar el Plan de Acción, el Municipio local acordó resolver el tema de la recolección de basura a través de un proyecto de tratamiento de desechos y mejorar la recolección en el sector.
Sin duda, el proyecto no habría logrado resultados positivos sin el apoyo de voluntarios, voluntarias, madres de familia, líderes comunitarios y maestros. Y es que no se trata solamente que los niños identifiquen las amenazas y hablen sobre gestión de riesgos. Lo que se pretende es motivar a toda la comunidad para transformar hábitos poco saludables en buenas prácticas. Todo esto abriendo espacios para la participación activa de niñas, niños y adolescentes en la vida comunitaria, con derecho a ser tomados en cuenta y a ser escuchados.
En todas las comunidades beneficiarias se formaron grupos de niños, niñas y adolescentes guiados por promotores y facilitadores comunitarios. El proceso se inició con la adaptación de la herramienta del Análisis de Amenazas, Vulnerabilidades y Capacidades (AVC), para poder trabajar el tema con niñas, niños y adolescentes. Esta herramienta permite recopilar información sobre las amenazas presentes en una comunidad, su vulnerabilidad y recursos disponibles ante posibles emergencias o desastres, además de permitir preparar acciones para reducir los riesgos e incrementar la capacidad de supervivencia y recuperación de las personas afectadas.
Como inicio de este proceso para reducir los riesgos en las comunidades, se trataron los conceptos de amenazas, vulnerabilidades, capacidades y riesgos. Los grupos de jóvenes promotoras/es motivaron a niñas, niños y adolescentes sobre la importancia de la gestión de riesgo, dieron charlas, hicieron reuniones en la casa comunal o en parques y plazas con chicos y chicas para conversar sobre estos temas.
Posteriormente, se habló sobre los sentimientos de los niños, niñas y adolescentes ante los desastres. Karla Guerrero, una niña de 9 años de la comunidad de Sosote Adentro, aseguró que gracias al proyecto de RRD ha aprendido a cuidar la naturaleza, a no botar basura en la calle y a saber que debe hacer en caso de sismo o temblor.
También se habló sobre la historia de la comunidad, los abuelitos y abuelitas contaron como vivían hace muchos años, como era el medio ambiente, cuáles fueron las primeras familias en llegar a la comunidad, etc. Con el apoyo de promotores se elaboró el calendario histórico de los hechos históricos más importantes de la comunidad, por ejemplo, cómo ha aumentado la población cuando se construyó la escuela, etc. También se elaboró el calendario estacional con los cambios que se han producido en relación a las épocas de lluvias, de siembra y cosecha, etc., y luego un calendario con los eventos y problemas que han afectado a la comunidad, es decir, las inundaciones, sequías, incendios, accidentes de tránsito, etc.
Durante todo el proceso de capacitación, los grupos de niñas, niños han descubierto nueva información sobre los lugares donde viven. Así lo dijeron algunos niños del grupo de la comunidad de La Balsa, a los cuales les impresionó realizar los calendarios históricos y estacional porque les permitió aprender cosas que no sabían. Por ejemplo, se enteraron de que antes la gente utilizaba una balsa para cruzar el río y por eso la comunidad recibió ese nombre.
A continuación se trabajó con niños, niñas y adolescentes para conocer mejor los riesgos y como reducirlos. Otra actividad muy importante que se realizó como parte de este proceso fue la elaboración del mapa de riesgos y recursos de las comunidades, representaciones en escala pequeña de toda la comunidad, en las que se identifican con colores las zonas seguras, las zonas de riesgo, los albergues, los centros de salud, las familias que necesitarían apoyo adicional en caso de una emergencia o las rutas de evacuación, entre otras cosas. Los niños y niñas usaron madera, cartón, papel, fotografías, etc., para que sus mapas se convirtieran en verdaderas fuentes de información para toda la población.
Siguiendo con el proceso, cada una de las 25 comunidades elaboró su respectivo plan de acción para prevenir los desastres. Éstos fueron desarrollados participativamente para niñas, niños y adolescentes y luego fueron compartidos a todos los miembros de las respectivas comunidades y, más aún, fueron presentados y discutidos con representantes de Municipios organismos de la defensa civil e instituciones gubernamentales quienes han apoyado estas iniciativas. La presentación de estos planes ha sido una de las lecciones aprendidas del proyecto RRD, pues los niños han mostrado su capacidad de participación activa y su confianza en presentar y defender sus ideas frente a otras personas. Los planes de acción incluyen temas como la implementación de campañas de reforestación, la elaboración de carteles informativos, la coordinación de Municipios y otras instituciones, entre otras.
Finalmente, se realizó un juego dramático que fue presentado en la comunidad sobre un cuento llamado "Los guardianes y el valle sin memoria", que contiene un mensaje de cuidado de la naturaleza y gestión de riesgos e incluye múltiples actividades como baile, títeres, actuación, pintura, narración, entre otras. Todas estas resultaron muy interesantes y divertidas para niños/as, adolescentes y sus familias.
Es indispensable señalar que este proyecto está dentro de la política nacional del Gobierno Ecuatoriano que prioriza la construcción de una cultura de prevención de riesgos de desastres en todos los niveles de la sociedad. Las niñas, niños y adolescentes de Manabí están demostrando que el trabajo conjunto puede brindar buenos resultados. Ellos no se darán por vencidos pues quieren comunidades sin riesgos y amenazas, es decir, quieren vivir en armonía con la naturaleza y con sus semejantes.
Además, el proyecto supone una aportación a las cinco acciones prioritarias que cubren las principales áreas del Marco de Acción de Hyogo para 2005 - 2015, orientados a aumentar la resiliencia de las nacionales y las comunidades ante los desastres.
En definitiva, en la provincia de Manabi se ha iniciado una ardua labora para mostrar la importancia de la prevención en desastres y la participación de niñas, niños y adolescentes en la reducción del riesgo a través de temas como el cambio climático, la gestión del riesgo o la reforestación. Un planeta libre de contaminación, en el que la tierra sea fértil y productiva, es el sueño de todos y todas.
Para mayor información contactar a:
Doris Gordón
Asesora Nacional de Ambiente y Gestión de Riesgos
Plan Internacional Ecuador
doris.gordon@plan-internacional.org
Ave. República OE 1-135 y 10 de Agosto
Telefax: (593) 2 24444-940 ext. 110
Quito, Ecuador
www.plan.org.ec